El Manchester City, que podría haber dejado la Premier League prácticamente sentenciada en caso de haber derrotado de visita al West Ham United, tuvo que conformarse con empatar 2-2 después de que Fabianski detuviera un lanzamiento de penalti de Mahrez. Con dos jornadas por delante, el Liverpool se ilusiona.
En la Premier League, el primer criterio de desempate en caso de que haya igualdad de puntos en la clasificación es la diferencia de goles. De ahí que, en caso de haber vencido al West Ham United, el Manchester City hubiera dejado prácticamente sentenciado su título: se habría distanciado del Liverpool en seis unidades y los 'reds' se hubieran visto obligados a vencer en sus dos restantes encuentros por goleadas abultadas -además de que los 'citizens' perdieran dos veces- para hacer un 'sorpasso'.
Pero no tendrá que hacerlo: podrá pelear por superar en puntos a los 'sky blues', pues estos tuvieron que conformarse con las tablas en su visita a los 'hammers'.
Los de David Moyes construyeron una ventaja de dos goles en la primera mitad que estuvo a punto de verse reducida a la nada en la segunda, cuando Fabianski salvó a los suyos con una parada de penalti a Mahrez.
Cuando el extremo afrontaba su lanzamiento desde los once metros, el luminoso marcaba un 2-2 que había llegado por goles, en el primer acto, de Bowen -doblete- y, en el segundo acto, de Grealish y de Coufal -en propia puerta este último-. En ello residía la importancia de su disparo: si marcaba, los 'citizens' dejaban el título atado.
Previo paso por el monitor del VAR porque había dudas sobre la pena máxima, Fabianski venció a Mahrez en el duelo desde los once metros y dejó un punto en el Olímpico de Londres. Gracias a él, el West Ham United sigue en la pugna por los puestos de Europa League de cara a la última jornada de la Premier.
