Reinildo Mandava es un futbolista mozambiqueño que juega como defensa en el Atlético de Madrid. Llegó en silencio al balompié español y se ha convertido en un hombre muy importante en el equipo que dirige el entrenador argentino Diego Simeone.
El diario El Mundo de España le dedicó un artículo titulado: La inesperada danza de Reinildo: un fichaje 'low cost' que ha blindado al Atlético e icono en Mozambique tras superar su drama familiar.
Reinildo tiene 28 años de edad.
Aquí la nota
Ayer, sobre el verde del Cerro del Espino de Majadahonda, Diego Pablo Simeone dialogaba con Reinildo Isnard Mandava (Beira, Mozambique, 1994). El técnico argentino estaba muy encima del que hoy es uno de sus pilares defensivos.
El propósito de la charla era tratar de incrementar su velocidad en la circulación de balón. El lateral/central africano, irreductible defensivamente días atrás frente al amenazante Manchester City, en el Etihad Stadium, fue protagonista en una de las mejores combinaciones de su equipo.
De un saque de banda suyo brotó un chispazo ofensivo al primer toque con el que los rojiblancos burlaron la asfixiante presión del conjunto de Guardiola. Él rozó la perfección en el primer acto, donde frustró una y otra vez a Cancelo. Fue, a pesar de la derrota, la noche que mostró al mundo todo lo que lleva dentro. Un empleado de seguridad del City le preguntó si podía hacerse una fotografía con él. Reinildo aceptó con gusto. Acababa de subir otro peldaño en su carrera. Así se lo había prometido a su padre antes de morir, cuando sólo contaba con 11 años.
Han transcurrido poco más de dos meses desde su fichaje por el Atlético, el último día del mercado de invierno (31 de enero), y Reinildo, que físicamente nada tenía que mejorar, pero sí tácticamente, se ha convertido en un ingrediente imprescindible para Simeone.
"No es sencillo llegar en enero y ganarte en tan poco tiempo al míster, y mucho más jugando de defensa", reconocen desde el club rojiblanco. Con los tres millones de euros pagados al Lille francés (Reinildo acababa contrato en junio), el Atlético ha logrado encementar su muralla y disponer de un lateral izquierdo fiable en cuestiones de contención. También, como reconoce el propio defensa, reclutar a 30 millones de aficionados. Los habitantes de Mozambique, donde se ha convertido en un icono y ejemplo para muchos chavales que ven el fútbol como una salvación.
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"Todo el mundo conoce mi historia. Cómo empecé, cómo hacía 50 minutos andando para ir a entrenar. Salía del entreno cansado, con hambre, sabiendo que no iba a comer. Lo superé y ahora estoy aquí", se sinceraba en una reciente entrevista con el diario Marca.
Poco antes de viajar a Europa, de emigrar a Portugal, ya con 21 años, perdió a su madre. Se marchó al filial del Benfica, en 2016, multiplicando los 30 euros que cobraba en su tierra. Un equipo donde jugaban, por poner algún nombre sobre la mesa, Luka Jovic, Gonzalo Guedes, Nelson Semedo o Ivan Saponjic, que abandonó el Atlético en enero, pocos días antes de su aterrizaje en Madrid. En esas fechas, los pasillos de la academia del Benfica también los recorría un jovencísimo Joao Félix, que había cambiado Oporto por Lisboa.
LA CAMISETA DE SUÁREZ
Con Joao, Cuhna, Felipe o Lodi, a priori su rival por el puesto, y ahora uno de sus mejores apoyos, todos unidos por el idioma portugués, ha formado una firme sociedad en el vestuario. También con Kondogbia, porque domina el francés tanto como el español. La semana pasada, tras el partido ante el Alavés, le pidió la camiseta a Luis Suárez. Ha caído de pie en el vestuario.
Reinildo no ha necesitado la típica mili que exige ponerse en manos del Cholo. Quizás, también, por las urgencias atrás. La contundencia del zaguero africano, mejor lateral zurdo de la Ligue 1 con el Lille, campeón de la pasada temporada, ha logrado abrigar la espalda del equipo. Afianzado en el 11 titular como central izquierdo, el equipo ha encajado cinco goles en los últimos nueve partidos, con seis victorias consecutivas en Liga, el pase a cuartos de Champions en Old Trafford y la pelea, aún abierta, por alcanzar las semifinales, tras frustrar al todopoderoso City durante un largo rato. Sus números en el Etihad, según la cuenta especializada Atlético Stats (@atletico_stats) fueron: 4/4 en entradas (tackles), 4/7 en duelos ganados, tres recuperaciones y un 80% de acierto en el pase. La mala suerte quiso que el letal envío de Foden a De Bruyne se colara entre sus piernas.
"TIENE UNA FUERZA TREMENDA"
En su primera titularidad, tras la remontada de última hora frente al Getafe (4-3), en el Metropolitano, hace ya dos meses, Reinildo entró en el vestuario a mil revoluciones y comenzó a bailar. Concretamente, a realizar una de esas danzas típicas de su Mozambique natal. Fue la mejor celebración que se le ocurrió, entre otras cosas, porque no se sabía ninguna de las canciones que coreaban el resto de sus compañeros.
La semana pasada, regresó antes que el resto de internacionales, tras completar los partidos con su selección. En el entrenamiento sobre el Cerro del Espino había chicos del filial y del juvenil, para poder completar el grupo. Durante el partidillo, no se cortó a la hora de entrar a un rival en busca del balón. "No distingue si tiene delante a De Bruyne o a uno del juvenil. Tiene una fuerza tremenda y eso lo demuestra en el campo", le alaban en los despachos del club. Aunque ese exceso de fuego pudo costarle caro ante el Cádiz, donde vio la roja por una tremenda entrada, que acabaría siendo transformada en tarjeta amarilla por el VAR. "Notamos que su intensidad, agresividad e implicación defensiva nos podía dar opciones para mejorar. A partir de su presencia, empezamos a lograr esa fortaleza defensiva importante", reconocía Simeone.
En Mallorca, cara a cara frente al ex técnico atlético Javier Aguirre, Reinildo, esa roca que ha ajustado los ladrillos rojiblancos, seguirá tapando grietas, para regocijo de Simeone. Es lo que se ha bautizado como el efecto Reinildo.
Fuente: Diario El Mundo España