Ocho meses después de llegar a Old Trafford como el fichaje más caro de la historia de la Premier y del Manchester United, el argentino Ángel di María podría estar viviendo los últimos como futbolista de los diablos rojos, tras darse por hecho que el club le ha puesto en el mercado para traspasarle al acabar la temporada.
Di María, por quien el ManUnited pagó 75 millones de euros al Real Madrid en el verano de 2014, fue expulsado el lunes frente al Arsenal por agarrar de la camiseta al árbitro Michael Oliver, lo que le mereció una reprimenda pública y durísima de Louis van Gaal. "No tiene excusa. No fue nada inteligente" le disparó el entrenador holandés, quien en círculos íntimos ya ha dejado patente su decepción con el rendimiento del jugador argentino, muy en declive en los últimos meses.
La figura de Di María ha perdido crédito en el Manchester United en la misma medida que han crecido los rumores que apuntan su deseo de abandonar el club y la Premier, inadaptado como se le considera a Inglaterra y preocupado desde que en febrero sufriera un intento de robo en su domicilio.
"Di María ya sabía en España que al árbitro no hay que tocarle. Está prohibido en todos los países. Lo sabe, pero se dejó llevar por las emociones" le atacó Van Gaal, quien estaría feliz por recuperar buena parte del dinero que invirtió en su fichaje en agosto de 2014 y no rechazaría la posibilidad que apunta a un posible trueque con el PSG y Lavezzi de protagonista.