En los últimos días se ha dado a conocer que el banco estadounidense encargo de gestionar la venta del Chelsea, Raine Group, había rechazado la propuesta de Saudi Media Group. Ahora este viernes se definió los tres finalista para hacerse con el club londinense, aunque se rumora que serían cuatro candidatos.
El diario británico, The Guardian, reveló que los consorcios que se encuentran en la carrera son los liberados por Todd Boehly, Sir Martin Broughton y la familia Ricketts.
Sin embargo, de los tres nombres los aficionados ya habrían tachado a la familia Ricketts, quieres son dueños de los Chicago Cubs de la MLB. Y es que se han difundido unos correos electrónicos de Joe Ricketts, patriarca de la familia, y los fanáticos 'Blues' los han considerado como "islamofobia".
Por su parte, la familia por medio de un comunicado es clara en que "rechaza cualquier tipo de odio", pero el grupo, Chelsea Supporters Trust, han hecho público que de darse la victoria de la familia Ricketts, "no sería de los mejores intereses para los aficionados del Chelsea".
Por otra parte, en la nota del medio antes mencionado se señala que la palea por ser los nuevos propietarios del Chelsea se encuentra entre Todd Boehly, quien es uno de los dueños de Los Angeles Dodgers, y se unió al consorcio del inversionista suizo, Hansjorg Wyss, y con Sir Martin Broughton, quien se unió a Sebastian Coe, Josh Harris y David Blitzer, dueños de Philadelphia 76ers de la NBA y accionistas de Crystal Palace.
Además, se habla que Nick Candy, quien no paso el corte inicial, estaría analizando unirse a uno de los grupos de inversión.
Por otra parte, el diario Telegraph, dio a conocer que Raine Group, se estará reservando el 1.5% del valor total de la operación y que podría ser unos 45 millones de euros. Esto si la venta se conecta por un monto cercano a los 3.000 millones de euros.
Este dato revelado por el medio, también ha creado un disgusto entre los aficionados, sobre todo por como han manejado el proceso y al aceptar las candidaturas de la familia Ricketts y por admitir a Josh Harris y David Blitzer, ya que podrían crear un problema para que sean aprobados por la Premier League.
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