El sábado en el fútbol mexicano se vivió una batalla muy violenta entre aficionados del Querétaro y Atlas en la Liga del fútbol mexicano.
Un caos que terminó sin muertos confirmados, a pesar de lo que dicen otras versiones extraoficiales.
Diario Olé de Argentina entrevistó al periodista mexicano David Faitelson para intentar comprender esta problemática.
"Las barras en México se conformaron como una copia de las de Sudamérica, y sobre todo de Argentina. Era una forma de copiar esa pasión. Incluso cantan las mismas canciones que en esos países", explica el reportero que hoy trabaja para ESPN y también pasó por TV Azteca.
Asegura que poco a poco se fue perdiendo "la tribuna familiar" a la que los aficionados iban con sus padres a disfrutar del fútbol y en la que podía verse fanáticos de distintos clubes con sus camisetas uno al lado del otro. Las barras, con la violencia y el terror infundido como estandarte, eliminaron eso.
Lo que Faitelson marca suena familiar para los fanáticos del fútbol en esta parte del continente, y sobre todo en Argentina: los vínculos de los violentos con distintos ámbitos del poder son cada vez más recurrentes. Eso les permite llegar a distintos ámbitos importantes de la sociedad y tener la impunidad necesaria para, por ejemplo, desatar un caos como el del sábado por la noche.
"Las barras han tomado poder poco a poco. Han tenido apoyo del club, para boletos y viajes, son grupos de poder y de choque. Hay de todo en las barras: alcohol en exceso, drogas, hay malhechores: se han descubierto en las bandas miembros de organizaciones criminales que participan en ellas", señala el periodista.
Y destaca una situación "común" en estos lares pero que hizo ruido en las últimas semanas en México. Luego de la mala actuación de Monterrey en el Mundial de Clubes, un grupo de fanáticos se acercó hasta el entrenamiento para reprocharle su funcionamiento y el resultado. No pasó más allá de un reclamo verbal, pero Faitelson afirma: "No estamos acostumbrados".
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También detalla las características únicas de las barras mexicanas: "Hemos copiado mucho en un deseo de tener la fiesta y la pasión y la fiesta en las tribunas. Lo hemos tropicalizado. Con la violencia de México, el narcotráfico y la inseguridad, es normal: el fútbol es un reflejo de la sociedad. Hoy andamos mirando para todos lados para ver cuándo nos va a tocar".
"En la barra del Querétaro se descubrió que había miembros del cártel Jalisco Nueva Generación. Es una zona del país completamente incendiada por el narco. Hay matanzas todos los días y esos criminales se han refugiado en las barras del fútbol. Son un cáncer, están enquistados. Tenemos líderes de barras con intenciones políticas", resalta.
Si bien reconoce que aún no se metieron en la parte "comercial" de los clubes, Faitelson describe a los individuos violentos: "No saben ni quiénes juegan, ni los nombres de los jugadores. Van impulsados por la idea de ir a una guerra y de pegarle al otro. Van a eso: a convertirlos en estadios de guerra".
SANCIONES, MUNDIAL Y LA GUERRA NARCO
Luego del horror vivido en Querétaro, los medios locales e internacionales se preguntaron si México era capaz de ser parte del Mundial 2026 en medio de esta crisis. Faitelson marcó su postura en su cuenta de Twitter y la subrayó con Olé: "El país no está preparado para hacer un mundial. No vivimos un clima apropiado para eso. No podemos negar la violencia, las autoridades la tapan y la ocultan".
"Tenemos violencia en las calles: en estos últimos días hubo más muertos por el narcotráfico en México que en Ucrania por la guerra. Entiendo que perjudica a gente que no es violenta", cuenta para graficar las dimensiones de la violencia en el país.
Mientras, pide que la FIFA "supervise" a la Federación Mexicana de Fútbol, también exige penas duras contra: "No tienen que existir las barras, no puede entrar alguien que va a buscar violencia. Hay que recuperar la calma en las tribunas, los clubes tienen que trabajar mucho para volver a convertir el fútbol mexicano en algo familiar".
Al tanto de la realidad argentina como de la mexicana, desde su experiencia —cubrió la final de Copa Libertadores entre Cruz Azul y Boca en 2001—, afirma que en Sudamérica todos tienen más "experiencia" en el manejo de estos grupos, mientras que en Chile pecan de inocentes. O, claro está, no saben cómo manejarlos. Y avisa: "Si seguimos así, vamos a un fútbol sin visitantes...".
Fuente: Diario Olé Argentina