El Inter de Milán ha anunciado la rescisión del contrato que le vinculaba con el futbolista danés Christian Eriksen.
El jugador, inhabilitado para jugar en la Serie A a causa del desfibrilador que le fue implantado tras su episodio cardiaco durante la Eurocopa, queda libre.
Su continuidad en el Inter, con un desfibrilador implantado a causa del desvanecimiento que sufrió en la Eurocopa, era imposible. La Serie A no permite que los futbolistas jueguen en esas circunstancias, por lo que hubo que buscar otra solución.
Varios clubes mostraron su interés por el mediapunta danés. Desde el Odense, el club en el que comenzó su carrera, al Ajax, donde despuntó antes de dar el salto al Tottenham.
Todos ellos, clubes de ligas donde sí podría jugar con el desfibrilador, a diferencia de la italiana. La cuestión era llegar a un acuerdo con el Inter para hacerlo posible.
Porque Eriksen le costó 20 millones al Inter, tenía contrato hasta 2024 y percibía unos diez millones por temporada. Dar por terminado el contrato por parte del Inter hubiera sido una posibilidad, legítima, pero indigna de un club de su categoría.
Se habló de una cesión con obligación de compra a un precio razonable al término de la temporada, e incluso se decía que podía formar parte del intercambio por Onana con el Ajax, adelantando seis meses lo que se antoja inevitable.
Pero finalmente la decisión del Inter y Eriksen ha sido la de la finalización amistosa del contrato que les unía, a menos de dos semanas de que abra el mercado invernal.
El club le ha despedido con un sencillo comunicado oficial, pero cargado de emoción, en el que recuerdan su gran aportación al club en el año y medio que militó en él, y durante el que ganó un 'Scudetto'.
Eriksen dice adiós al Inter tras disputar 59 partidos con la camiseta 'nerazzurra'. Anotó ocho goles y dio tres asistencias. Se abre ahora una nueva etapa para el danés, en la que su principal objetivo será volver a sentirse futbolista.