Al menos cinco personas murieron, entre ellos una niña de cuatro años, y más de un centenar resultaron heridas durante las celebraciones en la capital Saná con disparos y juegos pirotécnicos por el triunfo sin precedentes de la selección juvenil de Yemen en un campeonato regional en el que derrotó al equipo de Arabia Saudí.
Yemen es un país devastado por la guerra y la victoria del lunes por la noche hizo estallar de júbilo a los lugareños, que salieron a las calles a celebrar a lo largo y ancho del país, tanto en las zonas controladas por los rebeldes hutíes como en las que están bajo el liderazgo del gobierno.
El dramático triunfo por penales de la selección Sub-16 motivó a muchos a salir a las calles y en Saná, controlada por los rebeldes, se presentó un fuerte tiroteo en el que murió la menor de edad.
Reporteros de diversas agencias internacionales reportaron que varias personas dispararon al aire sus metralletas AK-47 para festejar la victoria, lo que causó cinco muertos y 124 heridos.
Yemen ha estado en guerra desde 2014, cuando los hutíes, respaldados por Irán, se alzaron contra el gobierno de Yemen, reconocido internacionalmente y apoyado por una coalición militar liderada por Arabia Saudí.