Este sábado el equipo del Manchester City fue mucho más y venció de visita al Manchester United, equipo que volvió a ofrecer una versión pobre con la que ni por asomo pudo asustar a los 'citizens'.
Los 'diablos rojos' podrían quedarse fuera de las posiciones europeas en esta jornada y el City aumentó la presión al Liverpool y al Chelsea, que deberán hacer sus deberes este fin de semana. En Old Trafford hasta se escucharon silbidos al equipo de Solskjaer.
A pesar de que Maguire avisó, Bailly disparó la primera bala hacia el pie del propio United. Cancelo centró, el defensa metió la pierna y el balón salió disparado hacia el palo largo de De Gea. Poco pudo hacer el portero español a lo que fue un despeje muy mejorable.
Cristiano pudo colocar el empate por medio de una volea que le salió demasiado centrada y que pudo repeler Ederson en la que fue la única intervención que tuvo en toda la cita. Ederson pudo echarse prácticamente una siesta.
Y eso que De Gea evitó lo que pudo ser una enorme goleada. Metió una mano de hierro a un fuerte disparo de Cancelo, Lindelof se jugó el segundo gol en propia puerta y voló de nuevo para frenar un gran remate de De Bruyne. En pocos minutos, el portero español evitó cuatro goles cantados.
Al borde del final de la primera mitad, la defensa del United se quedó dormida. Cancelo centró al segundo palo y Bailly, Lindelof y Maguire la dejaron pasar para que llegara Bernardo Silva desde atrás y pusiera, casi sin ángulo, el segundo. De Gea mostró un enfado monumental porque ese balón no pudo llegarle al jugador del City y porque, además, pudo hacer más en el remate.
En la segunda mitad se vio el mismo monólogo. El City siguió controlando de arriba a abajo el derbi y ni los cambios de Solskjaer hicieron efecto. Guardiola, por su parte, ni tan siquiera le apetició mover el árbol porque todo le estaba saliendo a pedir de boca.
Luke Shaw tuvo que abandonar el césped por el protocolo de conmoción cerebral de un futbolista. El del United se llevó un golpe seco de Rodri, volvió a entrar pero continuó con unos mareos que le prohibieron seguir jugando.
Foden se acercó al tercero porque su disparo se estrelló contra el poste izquierdo de De Gea en la que fue la jugada más importante de una segunda mitad de puro trámite. En el tiempo de añadido, el United sacó el primer saque de esquina, lo que resumió la actuación de unos 'diablos rojos' que fueron en realidad unos santos.