La Selección de Fútbol de Inglaterra no pudo derrotar en casa a Hungría este miércoles y empató 1-1; un resultado que si bien no le quita el primer lugar, si les da más posibilidades a los otros clubes para luchar por la clasificación al próximo Mundial de Catar 2022.
El conjunto visitante abrió la cuenta del compromiso al 24” por medio de Roland Sallai, mientras que para los ingleses marcó John Stones al 37” también de la primer parte.
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Con esto, el Grupo I queda con sus 8 jornadas disputadas, con una Inglaterra líder pero con la posibilidad de ceder el puesto en la próxima fecha. Cabe destacar que solo los primeros de grupo clasifican de forma directa al Mundial, mientras que los segundos deben jugar una especie de repechaje.
El Partido
Inglaterra tenía la opción de dejar muy encarrilada su clasificación para el Mundial. Enfrente tenía a un equipo Húngaro deseoso de robarse puntos de Wembley.
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El técnico, Southgate, utilizó a sus mejores fichas. Después de reservarlas ante Andorra, sólo repitió en el once con John Stones y Phil Foden en el once. Con toda su artillería, incluidos Raheem Sterling, Jack Grealish, Mason Mount y Harry Kane, se lanzó a por el partido con sus mejores hombres.
No obstante, se encontró a un equipo muy bien trabajado y ordenado. Hungría engrasó su maquinaria defensiva a la perfección con una colocación excelsa. Bien encerrados atrás, durante la primera parte desquiciaron a Inglaterra, incapaz de generar ocasiones. Sólo a balón parado, era capaz de inquietar la portería defendida por Peter Gulacsi.
Stones marcó al filo del descanso, tras una falta lanzada por Foden que alargó de cabeza Tyrone Mings y que llegó al pie del central del Manchester City. Sólo tuvo que empujar la pelota y evitar un disgusto mayor, porque Hungría se había adelantado veinte minutos antes por medio de Roland Sallai, el delantero no desaprovechó un penalti cometido por Luke Shaw sobre Loïc Négo.
Después del paso por vestuarios el duelo siguió casi por los mismos derroteros. El desgaste físico dejó más huecos, pero la tendencia prácticamente fue la misma, con Inglaterra espesa y Hungría como una roca atrás. Las ocasiones no iban a ser excesivas y el cuadro de Southgate no podía fallar para ganar.
Al final la tuvo Sterling en un mano a mano que desaprovechó ante Gulácsi, muy veloz y providencial para salvar a su equipo. No hubo mucho más. Hungría hizo demasiado y a Inglaterra se le secó la creatividad. Ahora, tendrá que esperar a la siguiente jornada, ante Albania, para sellar su clasificación para el Mundial. Hungría, necesita un milagro para alcanzar la repesca.
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