La Juventus reacciona, aunque acabó pidiendo la hora en Turín. Los pupilos de Allegri se llevaron el triunfo 3-2 en su casa a merced de una Sampdoria, que a pesar de que fue inferior, no tiró la toalla en ningún momento del choque.
Aunque el resultado pueda ser confuso, lo cierto es que la 'Vecchia Signora' fue la dueña del encuentro de principio a fin. Su pegada fue letal para el cuadro de D'Aversa, que rozó la gesta en la recta final.
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El asedio local era bestial y muy pronto se puso por delante la Juventus. Dybala recogió en la media luna del área un balón rechazado por la defensa y el argentino la puso en la cepa del palo izquierdo de la portería defendida por la Audero para colocar el 1-0.
Pero todo no iban a ser buenas noticias para la Juve. El argentino, que estaba siendo el mejor de su equipo, se tuvo que retirar entre lágrimas del terreno de juego y todo apuntó a que se trata de una lesión muscular.
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La Sampdoria trató de reaccionar como pudo, pero le fue prácticamente imposible traspasar la defensa de los 'bianconeri'. El encuentro se encaminó al descanso y los anfitriones se encontraron con un penalti a favor en el 40'.
Bonucci, fiel a su estilo, se armó de valor y se dispuso a lanzar la pena máxima. No falló y la Juventus se dirigió a los vestuarios con la satisfacción del deber cumplido.
Todavía hubo tiempo para más y al filo del descanso, la Sampdoria recortó distancias. Ahí apareció Yoshida, que se adelantó a su par y anotó el 2-1 en el luminoso.
Dentro del guion entró la reacción visitante, pero fue la 'Vecchia Signora la que volvió a asestar el golpe sobre su rival. De nuevo un error defensivo propició que Kulusevski robase el esférico y se lo cediera a su compañero Locatelli para que el tercero subiera al marcador del Juventus Stadium.
Tras este tanto, los locales bajaron su intensidad, algo que justamente coincidió con los mejores momentos de los visitantes. D'Aversa movió el banquillo y la entrada de los nuevos jugadores dio otro aire al equipo.
El choque entró en la recta final y la Juventus ya se saboreó la cómoda victoria. No obstante, el arreón del rival causó efecto y Candreva en el 84' puso emoción hasta el último minuto.
Los fantasmas del pasado comenzaron a tambalearse sobre la mente de Allegri, que quiso cerrar el encuentro cuanto antes. El marcador no se movió más y la Juventus se hizo con unos tres puntos de oro para seguir cogiendo aire en la clasificación.
