El equipo del Barcelona atraviesa una complicada situación económica y por esos motivos tuvo que dejar ir a dos figuras: Lionel Messi y Antoine Griezmann. Entre ambos anotaron 58 goles y 27 asistencias la temporada pasada.
Sobre este tema el Diario Sport presentó un artículo en referencia a dichos jugadores y la actualidad del conjunto blaugrana.
Aquí la nota
La delicada situación institucional que vive el Barça está obligando al club a priorizar aspectos económicos por encima de los estrictamente deportivos.
La entidad que preside Joan Laporta tiene previstas pérdidas millonarias de cara al presente ejercicio y la deuda total pone al club entre la espada y la pared. De ahí que el máximo mandatario azulgrana haya dado luz verde a la salida de las dos fichas más importantes de la plantilla: Leo Messi y Antoine Griezmann. Sin ellos, el Barça se ahorra cerca de 150 millones anuales en salarios pero pierde una mayúscula cantidad de goles y asistencias.
Aunque son dos casos diferentes, el resumen a grandes rasgos no es otro que la necesidad del Barça de seguir rebajando una masa salarial que se había disparado. El club quería que Messi siguiera pero asegura que no era posible sin poner en riesgo el futuro de la entidad, mientras que con Griezmann se trata sencillamente de corregir lo que fue un gran error a precio de oro. El galo nunca ha terminado de rendir a la altura de lo que cobraba, especialmente en este inicio de temporada.
Sin entrar en cláusulas adicionales o conceptos variables, la ficha anual de Messi giraba alrededor de los 125 millones de euros brutos. Por su parte, la de Griezmann rondaba los 35 'kilos'. Dicho en otras palabras, el Barça pasa a ahorrar cerca de 160 millones anuales en salarios sin el argentino ni el francés. Es importante remarcar que en el caso del rosarino su astronómico salario siempre ha ido acompañado de un rendimiento espectacular del rosarino en el terreno de juego, salvando día sí y día también al conjunto azulgrana en los últimos 15 años. Sin embargo, el club sí considera que el galo no ha justificado sobre el césped su salario de jugador decisivo.
La temporada pasada, entre Messi y Griezmann alcanzaron los 58 goles y 27 asistencias entre ambos. El primero anotó 38 goles y repartió 14 pases de gol, mientras que Antoine vio portería 20 veces y dio 13 asistencias. A la significativa marcha de ambos hay que añadirle la de Luis Suárez en el verano de 2020. Y es que, en solo dos veranos, el club catalán ha pasado de Messi, Luis Suárez y Griezmann a Memphis, Braithwaite y Luuk de Jong.
Ahora, gran parte de la responsabilidad ofensiva va a recaer tanto en Memphis Depay como en Ansu cuando reaparezca. Nadie esconde que el Barça se ve obligado a reducir sus objetivos deportivos, pues la triste realidad del club permite solo pensar en recuperar las cuentas. Los grandes sueños deberán esperar.
Fuente: Diario Sport
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