El FC Sheriff Tiraspol logró hacer historia. El campeón moldavo consiguió en el Estadio Maksimir de Zagreb su clasificación para la fase de grupos de la Champions League.
Dicha escuadra defendía un 3-0 logrado en la ida ante el Dinamo de Zagreb y empató en la vuelta (0-0), metiéndose así en la siguiente fase del certamen de clubes más importante de Europa.
Un país que no existe
Las Avispas, tal como se los apoda, jugará esta fase por primera vez en su historia y será el primer equipo de Moldavia que lo hace. Aunque suene fácil, su situación geográfica es un tanto más complicada. Si bien juega en la liga de aquel país, su ciudad, Tiraspol, es la capital de la autoproclamada República de Transnistria, no reconocida internacionalmente.
Tiraspol es una ciudad ubicada en la orilla oriental del río Dniéster. Tiene algo más de 130.000 habitantes y es la capital de Transnistria, autoproclamada república, aunque sin reconocimiento político por parte de las autoridades internacionales. Oficialmente forma parte de Moldavia, en la frontera con Rusia y Ucrania, pero tiene su propio gobierno, idioma, moneda, policía, ejército y hasta hay un paso fronterizo para llegar hasta Chisináu, la capital moldava.
Transnistria nació de las cenizas de la antigua Unión Soviética. Cuando en 1991 cayó el telón de acero, la Transnistria rusa decidió separarse de la joven República de Moldavia y declarar su independencia unilateral. El conflicto estalló entre los separatistas armados por Rusia y Moldavia. Un cese al fuego se firmó en 1992, pero desde tres décadas ninguna solución concreta ha sido encontrada para dar un estatuto oficial a Transnistria. Tras el alto el fuego, el ejército ruso se asentó en la zona, «una garantía de seguridad» para Tiraspol, «una amenaza» para Moldavia. En el 2006, se celebró un segundo referendo, ganando la opción independentista por un 97,25% de los votos.
En la actualidad, no ha cambiado demasiado la situación. Tras la anexión de Crimea en el 2014, el presidente del parlamento de Transnistria pidió unirse también a la Federación Rusa, pero no lo logró. La organización no gubernamental estadounidense Freedom House califica a Transnistria como un territorio «no libre».
Pese a estar a 200 kilómetros de los territorios de la Unión Europea, Transnistria se ha resistido al impacto de la cultura occidental y a día de hoy aún se vive la nostalgia por los tiempos de la URSS, con memoriales y edificios con el “martillo y la hoz”.
Fundado por dos ex KGB
En este escenario aparece el FC Sheriff, un club con raíces en la antigua Unión Soviética y en el KGB, su servicio secreto.
El conjunto fue fundado en 1997 por una empresa perteneciente a dos ex agentes de la KGB (la agencia de policía secreta de la extinta Unión Soviética), , Ilya Kazmaly y Viktor Gushan, y que controla gran parte de los negocios de la República Moldava Pridnestroviana, nombre oficial de Transnistria.
Esta empresa empezó prestando servicios de transporte, alimentos, construcción y medios de comunicación y acabó entrando también en el deporte a través del fútbol con la fundación de un equipo, que ya disputó la Liga Europa, y ahora busca hacer historia en la Champions.
Fuente: Diario La Razón España