El PSG ha decidido responder en público a la oferta del Real Madrid por Mbappé y ahora se espera que el club blanco suba su oferta para que el delantero francés acabe cumpliendo su sueño.
Un sueño que tiene desde niño, pero que ha ido madurando con los años apoyado en su círculo cercano. Este lo conforman sus padres (Wilfried y Fayza) y una abogada que le asesora.
Ser Mbappé no es fácil. No puede serlo si antes de cumplir los 19 años ya eras el segundo fichaje más caro de la historia. Menos aún si con 22, habiendo ganado ya un Mundial y disputado una final de la Champions League, estás a punto de volver a protagonizar un traspaso igual de grande. En casos como el suyo -que se cuentan con los dedos de una mano- es crucial el papel del entorno.
El de Mbappé está más que asentado desde hace años. Todo empieza en Bondy, una localidad que apenas supera los 53.000 habitantes y está ubicada al norte de París. Allí se mezclan multitud de orígenes y Kylian es la figura que guía todos los sueños por cumplir de su gente. Es allí donde la nueva estrella del fútbol nació y creció junto a su padre Wilfried Mbappé y su madre Fayza Lamari.
Sus padres tienen un rol importante en la carrera de Mbappé. En especial su padre Wilfried, de origen camerunés, que ejerció durante muchos años de entrenador de fútbol. Su madre, Fayza, de origen argelino, también tiene un fuerte vínculo con el deporte puesto que fue jugadora de balonmano. En la casa Mbappé se respira fútbol por todos los costados, habiendo sido Jirès Kembo Ekoko, hermano adoptivo de Kylian, también futbolista y con el pequeño Ethan, de 14 años, en la cantera del PSG.
El camino con su padre
Es Wilfried el que siempre ha estado cerca de Kylian desde pequeño para proyectar su talento en este deporte. Se encargó de que se pasara su infancia pegado a un balón para, algún día, escapar del suburbio en el que vivían y en el que la violencia estaba a la orden del día por aquel entonces. La obsesión de Mbappé por la pelota llegó a tal punto que llegaba a usarla de almohada para dormir, como contó su padre.
En el primer club de Kylian, el AS Bondy, trabajaba este como entrenador. Wilfried, además, consiguió que su hijo, desde bien pequeño, conociera a sus ídolos: Thierry Henry y Zinedine Zidane. Tras pasar por la escuela nacional de fútbol de Francia, en Clairefontaine, empezó a probar en varios clubes europeos mientras su relación con su padre se iba fortaleciendo más y más. Probó con Chelsea, Liverpool, Manchester City, Bayern Múnich y un Real Madrid que le dio la oportunidad de conocer a su mayor referencia en los terrenos de juego: Cristiano Ronaldo.
Fue el Mónaco el club elegido para proyectar su carrera y en 2016 firmó su primer contrato profesional. Su padre cobró protagonismo entonces cuando advirtió al club de que si su hijo no tenía minutos buscaría una salida. Él era quien ejercía de representante de Kylian, sin agentes titulados externos, aunque para entonces ya se había unido al 'equipo' la tercera actora secundaria de esta historia: Delphine Verheyden.
¿Quién es Delphine Verheyden?
Ella es abogada y asesora a Mbappé en su carrera deportiva. Kylian no cuenta como un agente como tal. Es su padre el que lo negocia todo, pero ante asuntos para los que hacen falta otros conocimientos y en momentos donde se necesita una voz autorizada, la que responde es Delphine. Fue la madre de Mbappé la que acudió a ella para guiar a su hijo. Su experiencia con algunos deportistas franceses de éxito (como el judoca Teddy Riner o el jugador de rugby Sebastián Chabal) respaldaban su trabajo.
Delphine ha jugado un papel crucial para que Mbappé esté ahora más cerca que nunca del Real Madrid. Pero antes que eso hay que hablar del fichaje de Kylian por el PSG en 2017. Aquel verano toda Europa iba detrás de él, pero eran los blancos los que tomaron la delantera. Que no se incorporará al equipo aquel verano se debe a dos motivos: el miedo a que la BBC le dejara sin oportunidades en el campo y la oferta que hizo el PSG que encandiló a Wilfried.
Fichar por el PSG era un buen paso. Le habían prometido al jugador ser una de las grandes estrellas desde el principio y era un club que solo estaba separado por unos pocos kilómetros de su localidad natal, Bondy. Era el sitio definitivo para consagrarse como estrella. Eso sí, de la cabeza de Mbappé nunca se iría la idea de jugar algún día en el Real Madrid.
Lo ha hecho todo con el PSG: dos tripletes (Ligue-1, Copa de Francia y Copa de la Liga), ser jugador del Año de la Ligue-1, máximo goleador... También ha ganado el Mundial de Rusia 2018. Lo único que se le ha escapado es la Champions League, siendo la final de 2020 -en la que cayó contra el Bayern- la vez que más cerca estuvo de conseguirla.
El consejo que cambió todo
Todo eso y su potencial nunca han pasado desapercibidos para Delphine Verheyden, quien tuvo algo claro que quiso transmitir a Mbappé: de jugar en el Real Madrid ya habría ganado el Balón de Oro, es decir, sería el mejor del mundo. Era el momento de dar el salto desde París. Estaba a punto de entrar en su último año de contrato con el PSG y el Real Madrid buscaba una estrella y, a ojos de la reputada abogada, era la catapulta definitiva para su cliente.
Mientras, el PSG empezó a negociar la renovación de Mbappé. Tentaron a Kylian con contratos de seis años y de más de 35 millones de euros por temporada, causando una gran impresión en su padre Wilfried. Este dudó sobre si lo mejor era seguir en París, pero el consejo de la abogada había calado en el jugador: era mejor fichar por el Real Madrid pese a, sobre el papel, ganar menos dinero.
Llegados a este punto, el clan Mbappé lo tiene decidido. La grandeza e historia del Real Madrid debe ser lo que aúpe al delantero a lo más alto del fútbol mundial y lograr sus objetivos tanto individuales como colectivos. Tendrá un buen contrato, pero como jugador merengue serán los acuerdos publicitarios los que le lleven al siguiente nivel fuera de los terrenos de juego. Es el movimiento perfecto para este joven de Bondy que quiere hacer historia.
Fuente: Diario El Español