En Dinamarca todavía no dan crédito a la jugada que les acabó costando sus opciones de llegar a la final de la Eurocopa. Un boleto que quedo en manos de Inglaterra con una gran polémica.
''Esto es una mierda'', resumía airado el mediocentro Hojbjerg a la conclusión. El penal señalado por el neerlandés Makkelie, en una acción en la que Maehle y Jensen salen al cruce de Sterling, sigue en boca de todos.
''No debería haberse pitado y me molesta. Es muy duro. Perder de esta manera es decepcionante'', denunció todavía en caliente el seleccionador Hjulmand.
En la controvertida jugada se dieron varios factores que han enfadado mucho a los aficionados daneses e, indirectamente, a los italianos que esperaban rival tras deshacerse de España. La Gazzetta dello Sport señala hoy en un durísimo artículo a la UEFA y al mismísimo primer ministro británico Boris Johnson como los supuestos artífices de la decisión arbitral, con la Superliga como telón de fondo.
En Dinamarca, además del convencimiento expreso de que no existió contacto suficiente con Sterling como para haber decretado la pena máxima, denuncian otros dos factores en la jugada que acabó determinando la semifinal. El primero es que, en el momento en el que Sterling recibió para encarar a Maehle, había otro balón en el terreno de juego, a un metro escaso de la acción. Entienden que el juego debió detenerse, algo que no estimó el colegiado y tampoco apreció el VAR.
El segundo factor se produjo durante el lanzamiento del penal por parte de Harry Kane. En ese momento, un láser apuntó desde la grada directamente a la cara de Casper Schmeichel, que detuvo el lanzamiento en primera instancia pero no el rechace posterior que volvió sobre el delantero inglés. La UEFA ha denunciado los hechos y los ha trasladado a su órgano de control, ética y disciplina pero cualquier hipotética sanción no cambiará el devenir de los acontecimientos.
La polémica ha saltado también a Italia. ''El generoso penalti que permitió a la selección de Southgate eliminar a Dinamarca confirma las sospechas sobre el intercambio de favores a Boris Johnson, considerado el salvador del fútbol europeo tras el ataque de la Superliga. Imaginando lo que sucedió en las horas posteriores al intento de golpe de estado de la Superliga, el primer ministro británico, Boris Johnson, pasó a la historia como el hombre que salvó al fútbol europeo del peligro. Un efecto recíproco reside en la lógica de las cosas: pensaremos mal y seremos pecadores, pero esto es mejor que pasar por tontos. Es una lástima, porque esta selección no necesita ayuda. Pero todo ha sucedido este mes, con la UEFA ignorando los llamamientos de dos gobiernos y el grito de alarma lanzado por la Organización Mundial de la Salud, para llevar la fase final del torneo a Londres», denuncia la principal cabecera deportiva del país en un artículo incendiario.
La jugada ha puesto también en entredicho la labor del VAR, que había pasado sin grandes polémicas hasta esta polémica semifinal.
Inglaterra jugara en Wembley el domingo la final contra Italia (1 pm Hora de Costa Rica).