Mark McKenzie, defensor de la selección de los Estados Unidos, denunció a través de sus redes sociales que fue víctima de insultos racistas después de la final de la Liga de Naciones de la Concacaf que jugó ante México.
En su cuenta de Instagram, el jugador del Genk de Bélgica, donde es compañero del mexicano Gerardo Arteaga, escribió: "La cantidad de insultos racistas y ataques personales dirigidos a mí y a mi familia por parte de simpatizantes y no simpatizantes es inaceptable".
El estadio Empower Field at Mile High, sede de la gran final, fue invadido por aficionados mexicanos que cuando vieron que su selección no pudo llevarse la victoria, aventaron objetos al terreno de juego, además de gritar “Eeeh pu...”, que obligó a que el juego fuera detenido. Esta conducta ya fue condenada tanto por la Federación Mexicana de Futbol, como por la misma Concacaf.
Estados Unidos se llevó el juego por 3-2 en tiempo extra.