Se cumplen 20 años de su muerte
Waldir Pereira más conocido como Didí, fue un futbolista y entrenador brasileño que jugaba como centrocampista o extremo y fue parte de la histórica Selección de fútbol de Brasil que conquistó los mundiales de Suecia 1958 y Chile 1962.
Este 12 de mayo se cumplen 20 años de su muerte.
La Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) lo ubica en la selección sudamericana del siglo XX y como el séptimo mejor jugador brasileño del siglo pasado.
Cada adjetivo es poco para una estrella de una época en la que había poca tecnología para difundir los movimientos y logros del excentrocampista. Y como se fue a principios del milenio, vivió poco de la época actual, cuando tantos registros se hacen de forma espontánea. Fueron 72 años de vida, pero una vida para la historia. Historia contada también y muy bien por aquellos que jugaron con él.
''No creo que haya otro, en su posición, que hiciera mejores cosas que él. Puedes identificarte como uno de los mejores jugadores con los que he jugado y uno de los mejores que he visto. La técnica y la inteligencia que tenía, la utilizó al máximo. Siempre fue positivo que participara en un fútbol maravilloso. Y cuando dejó de jugar, dejó una falta muy grande'', declaró a LANCE Amarildo.
Didí nació en Campos dos Goytacazes, en el norte del estado de Río, y se convirtió en un ídolo del Fluminense. Estuvo tres temporadas en el Botafogo, donde también es ídolo, y también pasó en el Real Madrid. En España, los celos de Alfredo Di Stéfano le impidieron vivir mucho tiempo. Aun así, fueron más de 15 años al más alto nivel posible. Tres Mundiales, dos Mundiales ganados y el premio al mejor jugador del primero que ganó Brasil, el de 1958.
''Para que te hagas una idea, logró destacar en un momento (en la selección brasileña) de Pelé y Garrincha, y en Botafogo también. En medio de toda una constelación, se impuso con personalidad y estilo, elegancia y visión del juego ... lanzando balones de 40, 50 metros. Gerson tenía a alguien en quien inspirarse'', revela, también a LANCE José Inácio Werneck, periodista que vio jugar a Didí.
Gerson, mencionado anteriormente, es Canhotinha de Ouro, que siempre se levanta cuando habla de su maestro. No es poca cosa haber visto jugar a Didí, como vio Werkeck. Es un privilegio la elegancia con la que Didí desfilaba en el campo. Nelson Rodrigues lo describió como un príncipe etíope. De hecho, el propio Nelson utilizó sus metáforas rodrigueanas para exaltar al volante. Quien recuerda es Péris Ribeiro, periodista, amigo y biógrafo de Didí.
''En Brasil, se convirtió en el jugador con mayor salario. Tanto es así que Nelson Rodrigues decía constantemente que Didí se bañaba en un baño de leche de cabra, como si fuera Cleopatra, y que su sueldo era superior al sueldo del presidente de la República, que era nuestro JK, Juscelino Kubitschek'', recordó.
Denominado "Mestre" desde la época de jugador, tuvo en la carrera de entrenador el momento de gran ganancia económica. Tomó, o casi enseñó, el buen fútbol de países como Turquía y Arabia Saudita. Fue en Perú, donde se convirtió en "prácticamente un dios", según Péris Ribeiro. Incluso llevó al equipo local a un Mundial después de 40 años.
La "hoja seca" es la patada que se bautizó y se convirtió en marca. La pelota sube y, en efecto, baja, como una hoja que cae de un árbol. Un efecto que intentamos repetir hoy. Y también fue el primer gol del Maracanã.
Sencillo, elegante y soberano, el "príncipe" de Nelson Rodrigues era amigo de personajes importantes, como João Havelange y el propio JK. Péris Ribeiro, quien escribió "Didi: el genio de la hoja seca" (está en la tercera edición), entiende que, si estuviera vivo, Didi se arrepentiría más de lo que vería la belleza en el mundo de la pelota y en el Planeta Tierra. .
''Creo que tendría decepciones con el mundo en general. Respecto al fútbol, sí, y la excepción sería Zidane, siempre pensó que Zidane era muy inteligente, un jugador muy elegante y cerebral. Quizás no lo vi hoy como un gran entrenador, sino más bien como ese jugador que llevó la experiencia del campo al vestuario y todo. Y Pep Guardiola, eso sí, un gran entrenador'', dice Péris. Y completa:
''Jugador (actual) Creo que se limitaría a (como) Messi. Y la situación en el mundo de hoy sería de gran decepción y mucha preocupación por el caos que estamos atravesando, en todos los sentidos'', reflexiona.
La mitad del tiempo con más espacio para el arte, Didí solía usar la camiseta 8. Lanzó más goles que él. Más atrás en el camino de la meta, a veces le tocaba a él luchar. Pero Amarildo advierte.
''Didí no tenía por qué ser un anotador. El que fue marcado. Porque creo que, por la calidad que tenía el equipo también, esa cosa de marcar ... pero siempre estuvo en la posición correcta, sin tener que batir, para que se le perdiera. Él jugó. Fueron los demás los que estaban preocupados'', recordó el exdelantero.
Conocedor del vino, fanático del poeta chileno Pablo Neruda, con quien vino a conversar. Era la excelencia personificada. Cuando se fue, Didí dejó Guiomar en vísperas del 50 aniversario de bodas de la pareja. Ella se unió a él un mes después.
Fuente: Diario Lance Brasil