Karim Benzema se supera cada temporada. No hay un secreto en especial sino distintos factores, tanto en el plano deportivo como personal que han ido ayudando al delantero del Real Madrid a convertirse en el nueve más completos de Europa. No es el trabajo tampoco de un año, sino de unos hábitos que emprendió hace ya mucho tiempo, y que dan ahora sus frutos porque el jugador ha asumido un papel diferente desde la marcha de Cristiano. Había que estar preparado para ello, nada más, y Karim lo estaba en el plano mental y deportivo. Esta es la receta que emplea Benzema:
Trabajo individual en casa: hace cinco años, Benzema decidió construir un gimnasio en su casa. Desde hace tiempo, trabaja cada tarde en su domicilio. El objetivo sobre todo es la tonificación muscular y ganar fuerza para la prevención de lesiones. El jugador apenas se lesiona y apenas se pierde partidos. En Valdebebas, trabaja como el que más, también sobre el césped y en el gimnasio.
Osteópata y fisios de su confianza: Benzema se pone en manos desde hace tiempo de un osteópada francés que trabajó en su día para la selección francesa. También trabaja con fisios de su confianza. La terapia con ventosas o "cupping" es uno de los métodos que Karim lleva a cabo también y que ha mostrado en las redes sociales estas últimas temporadas. Es lo que se conoce como el trabajo invisible y que Karim lleva a rajatabla con su gente de confianza.
Consejos de nutricionistas: Benzema sigue los consejos de alimentación de los médicos del Real Madrid y de nutricionistas de su confianza. No sale apenas de casa y lleva una vida tranquila, muy alejado de los focos. El couscous que hace su madre es su plato favorito, pero su vida en el Madrid le obliga a darse ese lujo muy de vez en cuando. Dedica la mayor parte del tiempo libre a sus dos hijos y le encantan los coches y los deportes de combate. También muchos de sus ejercicios de musculación y de cardio vienen de consejos del mundo del boxeo.
Menos partidos, menos desgaste por su castigo con Francia: en este sentido, Benzema cree que si desde el punto de vista científico menos partidos, menos viajes, menos competiciones puede suponer menos desgaste, el aspecto anímico juega en su contra. No es fácil para un jugador de su nivel ver como todos los grandes jugadores se marchan con sus selecciones y él se queda en Valdebebas para trabajar con la cantera. Eso fue un golpe duro para su confianza, pero Karim lo ha terminado por asimilar y trabaja con la motivación de un juvenil.
El nuevo rol en el Madrid: para Karim este es el aspecto más diferencial. Antes jugaba para Cristiano, como la mayor parte del equipo, y ahora todos juegan para él. Sin dejar de entrar en contacto con el balón porque l necesita y es uno de sus puntos fuertes, las jugadas que antes terminaban en Cristiano ahora terminan en él. La responsabilidad que conlleva saber que el Madrid depende de sus goles, le ha dado también un plus. Ese papel de líder, del que muchos dudaban que sería capaz de asumir, le ha hecho mejor futbolista. Sus cifras demuestran que ha asumido con creces ese papel. Si restamos los penaltis desde que ambos jugadores separaron sus caminos (CR7 ha anotado 28 y Benzema 8), el francés lleva 72 goles, cinco más que el luso, con 67. En términos de efectividad, y sin sumar siempre los penaltis, Karim también es mejor: marca cada 153 minutos y CR7 cada 158.
La experiencia y la confianza de Zidane: Benzema ha entendido que con los años cada vez es más importante cuidarse. No quiere estar en el Madrid por estar pero conoce mucho mejor su cuerpo y cree que tiene dos o tres años más para jugar de blanco. La madurez dentro y fuera del campo también le han hecho mejor jugador. La confianza en sus posibilidades y, por supuesto, la confianza y la sintonía con Zidane han resultado también claves.