Cuando se le pidió a Jason Kreis que describiera el estado de ánimo en el vestuario posterior a la derrota 2-1 de la selección sub 23 de Estados Unidos ante Honduras el domingo, que eliminó a los estadounidense del torneo preolímpico de Concacaf, no se anduvo con rodeos.
"Devastado", dijo Kreis a los periodistas en su videollamada posterior al juego. "Absolutamente devastado. En nuestro vestuario, para los muchachos, es como una tragedia. Creo que todos queríamos esto demasiado. Por razones diferentes. Y creo que puede ser que cuando quieres algo demasiado, te pones en una posición en la que no puedes rendir al nivel necesario."
Se dedicará mucho tiempo a hacer un balance de la derrota en los próximos días, y Kreis se apresuró a decir que primero mirará hacia adentro cuando evalúe por qué el grupo se quedó corto. En última instancia, el entrenador dijo que sentía que la calidad estaba ahí en una plantilla que se criticó ampliamente cuando fue anunciada, pero que su equipo no mostró la suficiente compostura en los momentos clave, ya sea por nervios generales o por otros factores externos.
"Creo que hay muchas consideraciones que hacer", dijo Kreis. "En primer lugar, la época del año en que se juega esta clasificación, creo que pone a un equipo estadounidense en una posición difícil debido al hecho de que estamos entrando en la pretemporada. Sentí que el año pasado el momento era un un poco mejor porque la temporada de la MLS ya había jugado tres o cuatro partidos. La única solución que diría que hay es que si puedes conseguir a los jugadores europeos que están en la mitad de la temporada, entonces quizás estés en mejor forma, pero todos conocemos las dificultades de eso también."