Cinco años tuvieron que pasar para que Zlatan Ibrahimovic se volviera a vestir con el amarillo de la camiseta de Suecia, su país. Y si bien el delantero de 39 años no tuvo una participación muy activa en su regreso, fue clave para definir el partido y que los escandinavos consiguieran el triunfo ante Georgia en el debut de ambos en las Eliminatorias europeas para Qatar 2022.
Zlatan había renunciado a su selección tras la Euro 2016, pero hace unos meses había empezado a coquetear con la idea de un posible regreso, que finalmente se concretó este jueves, para alegría de todo el pueblo sueco, que vuelve a disfrutar de uno de los mejores jugadores del mundo.
Si bien no tuvo un partido muy activo ni lleno de lujos, a Ibrahimovic le alcanzó con una jugada para hacerse notar y darle el triunfo a los dirigidos por Janne Andersson. El delantero del Milan recibió dentro del área, la bajó y, de espaldas al arco, metió una asistencia brillante para la entrada de Viktor Claesson, quien primero dominó y luego definió para anotar el único gol del partido al minuto 35.
Aparte de la asistencia, no hubo mucha participación de Ibra en el juego colectivo de una selección a la que no parece sobrarle nada. El 11 amarillo terminó con 45 toques de balón, un 60% de acierto en sus pases y dos tiros al arco intentados, uno bloqueado por un defensor y el otro casi desde el punto del penal, pero se fue muy lejos. De todas maneras, su sola presencia preocupó y ocupó a la defensa de un ordenado pero poco versátil combinado georgiano.
Con el triunfo, Suecia se encarama en la cima del Grupo B, ya que España no pudo superar a Grecia y apenas empató 1-1 en el duelo desarrollado en el Estadio Los Cármenes de Granada. Buen comienzo para Zlatan y los suyos en la carrera por meterse en el Mundial de Qatar.