En el 2003 Cristiano Ronaldo y Ricardo Quaresma jugaban para el Sporting Lisboa y por el talento que poseían llamaron la atención de los visores del Barcelona, no obstante solo a uno se podían llevar.
El entorno del club culé se inclinó por Quaresma por su talento con el balón en sus pies y afirmaron que tenía más potencial que Cristiano.
Quaresma jugó apenas 28 partidos y marcó un gol hasta que fue transferido al Porto, mientas que CR7 se fue para el Manchester United y en un par de temporadas se convirtió en uno de los mejores del mundo hasta llegar al Real Madrid y ganar 5 balones de oro y 4 Champions League.