Por la tercera ronda de la FA Cup, la competición futbolística más antigua de la historia, Liverpool se impuso como visitante por 1-4 frente a un Aston Villa que llegó al encuentro con demasiadas bajas por coronavirus.
Si ya desde el vamos los Villanos estaban en desventaja, peor se puso la cosa apenas inicio el partido, ya que Sadio Mané adelantó a los Reds en el marcador a los 4 minutos conectando de cabeza un centro de parábola perfecta de parte de Jones.
Sin embargo, los dueños de casa no quisieron vender la derrota tan cara y, antes de terminar el primer tiempo, llegaron a la igualdad por medio de Barry, quien picó en punta entre los defensores para recibir, desde el fondo, un gran pase de Rowe y definir en soledad frente al arquero.
En la segunda mitad, confirmó su gran momento desde el arranque con un gol de taco de Mohamed Salah, el cual fue anulado por posición adelantada, aunque resultó ser un presagio de lo que se le iba a venir a los locales.
Tras eso, los de Klopp volvieron a ponerse arriba con el tanto de Wijnaldum a los 60' después de una definición de derecha al mejor estilo billar y luego una vez más con Mané tan solo tres minutos después y Salah marcó el suyo a los 65' tras una mediavuelta dentro del área para sentenciar la historia.
De esta manera, Liverpool sigue con éxito su camino y obtuvo su boleto a la cuarta ronda, los dieciseisavos de final, de la FA Cup, donde se enfrentará al ganador de la llave entre Brentford y Middlesbrough.