El exjugador argentino Diego Armando Maradona será recordado por su regate en el campo, su llamado "gol de la mano de Dios" y sus sorprendentes acciones fuera del fútbol. Su personalidad, marcada por actitudes apasionadas y decisiones impredecibles, está asociada, en cierto modo, a la trayectoria de su propio país, Argentina, y al lado dramático de los argentinos, a juicio de los analistas escuchados por BBC News.
La muerte del as, a quien sus admiradores llamaban "Dios", está asociada a huellas del estereotipo del país del tango.
"Era un apasionado, una persona apasionada por todo lo que hacía. No había término medio. Y en ese sentido Maradona nos representó, representó una forma de ser para muchos argentinos", dijo el analista político Raúl Aragón. El exjugador solía decir que tenía derecho a opinar sobre cualquier tema. "Porque soy argentino y pago impuestos", dijo. Sus puntos de vista también eran a menudo volátiles, al igual que la economía del país.
Él, por ejemplo, se conmovió cuando fue recibido por el entonces Papa João Paulo 2º, en 1985. "Fue una de las cosas más hermosas que viví", dijo en ese momento. Pero en 2000, criticó e incluso usó una mala palabra cuando dijo que el pontífice "repartía besos a niños desnutridos" mientras el Vaticano tiene un "techo de oro".
Se sabía que el ex jugador no tenía bromas. El mes pasado, en octubre, dijo que las decisiones del expresidente Mauricio Macri, quien fuera presidente del club de fútbol Boca Juniors, donde jugaba, "arruinaron la vida de muchas personas". También había acusado a miembros de la FIFA de ser corruptos. Cuando fue expulsado de un partido del Mundial de 1994 por ser sorprendido en una prueba antidopaje, la ex estrella de la selección argentina dijo: "Me cortaron las piernas".
Su forma de hablar fue admirada por sus fanáticos, especialmente los más simples, quienes se identificaron con él, y en ocasiones repetían sus frases y hablaban como él. Pero su estilo, que incluía amenazas de dejar los clubes cuando algo no le gustaba, provocó el rechazo de sus críticos.
Su muerte causó revuelo en Argentina y otros países. Poco después de la noticia de su muerte, multitud de aficionados abarrotaron la puerta de los estadios donde jugaba, como Boca Juniors. Y, como en el caso de otros personajes históricos del país, como la ex primera dama Evita Perón, su vida y su muerte son controvertidas. "La policía ha incautado su historial médico. Habrá una investigación para ver si Diego fue dado de alta anticipadamente", dijo un reportero de TV TN en Buenos Aires. Son hechos que contribuyen a eternizar el mito, dicen en Buenos Aires.
Un comentarista comparó la conmoción provocada por la muerte del exjugador con la misma que vivió el país cuando el cantante de tango Carlos Gardel (1890-1935) falleció en un accidente aéreo en Colombia. En común, según los historiadores, Maradona, Gardel, Evita Perón (1919-1952) y el ex presidente Juan Domingo Perón son y fueron símbolos de Argentina y "fenómenos de masas".
"Y el funeral de Maradona también será un fenómeno de masas por todo lo que representa para los argentinos", dijo el escritor y sociólogo Pablo Alabarces. "No tenemos grandes héroes nacionales y por eso los mitos son importantes", dijo el analista Marcos Novarro, profesor de la Universidad de Buenos Aires.
Pero, ¿por qué los analistas comparan la trayectoria del país y la del as?
Novarro es paralelo a la "personalidad apasionada, talentosa y, al mismo tiempo, autodestructiva" del exjugador, que se parece al argentino. "Al mismo tiempo que nuestro país tiene grandes talentos, adopta actitudes irresponsables. Maradona era brillante, pero tenía cierta inocencia. Y, como muchos argentinos, admiraba la irreverencia", dijo Novarro.
La analista política Graciela Romer dijo que Argentina, como Maradona, toma acciones impredecibles o que pueden ser cuestionadas "en términos éticos y republicanos". Fue el caso, recordó, del llamado "gol de la mano de Dios" en el Mundial de México. "Ganó el juego, pero no por las reglas del juego. Para mí, tenía un perfil populista cuando mostraba su preocupación por los pobres, pero sin cumplir con las reglas republicanas", dijo.
Pero, ¿cuál sería un ejemplo del incumplimiento de Argentina de las "reglas republicanas"?
“La Argentina vive de interpretar la constitución de diferentes maneras. Y cambiar las reglas, como anárquica”. Para Romer, el acercamiento de Maradona a políticos como los expresidentes Fidel Castro, de Cuba, y Hugo Chávez, de Venezuela, también muestra un perfil de sectores en el país. "Maradona era un personaje complejo, como lo es Argentina. Y con valores democráticos cuestionables como estar fascinado por líderes latinos polémicos, como Fidel, Chávez y Maduro. Tenía mucho talento, pero impredecible, como también lo es Argentina". dijo Romer.
Un exdiplomático argentino recordó que la "irreverencia" de Maradona podría estar asociada con Argentina cuando el país declaró el mayor default de deuda en la historia del capitalismo, en la crisis de 2001.
"Lamento que nos represente. No por el buen jugador que era, sino porque podría haber sido un símbolo para los jóvenes y no lo era. Era demasiado apasionado y su pasión desenfrenada incluía su adicción y una vida de altibajos. Desafortunadamente , nuestro país también tiene una trayectoria de altibajos, de crisis profundas y continuas ”, dijo. Para él, el país que tiene tres premios Nobel y dos Oscar podría ser recordado "por otros motivos y personajes".
Maradona representa al menos una parte de la sociedad argentina, a juicio del analista argentino Ricardo Rouvier, de la consultora Rouvier y Asociados.
"Si Maradona no hubiera nacido en Argentina, hubiera nacido en Nápoles, en el sur de Italia, donde la pasión es una de las características. Maradona se identifica por su preocupación por los pobres y por eso los más humildes ahora lloran su muerte. Para los más humildes, es un héroe, un héroe nacional ", dijo Rouvier. Los primeros inmigrantes argentinos fueron europeos y sobre todo italianos, y es frecuente la asociación entre argentinos (sobre todo bonaerenses) e Italia.
Para el analista, los más educados y educados del país no se identifican con el exjugador de Boca Juniors y Argentinos Juniors. "Lo admiran por su magia en los campos, pero no por su vida fuera de los campos. No por su rebelión explícita", dijo Rouvier.
En su última entrevista con Clarín, desde Buenos Aires, en octubre pasado, cuando cumplió 60 años, Maradona dijo que lamentaba ser drogadicto y que no hubiera jugado más tiempo. Con problemas de salud, Maradona se despidió de los campamentos hace casi veinte años, como recordó el diario porteño Olé. Pero para la analista Analía del Franco, Maradona era "único" y por eso, dijo, no representaba el comportamiento de la sociedad argentina en su conjunto. "Fue único en todo lo que hizo. No habrá igual. Y no creo que todos seamos como él aquí en absoluto", dijo.