La muerte de Maradona provocó un revuelo en el mundo, vinculado al fútbol y ajeno al deporte. Una de las huellas más grandes e imborrables que dejó el argentino la hizo en el Napoli, club que, hasta su llegada, no tenía ningún renombre entre los más poderosos de Italia.
Por el cambio radical que provocó el diez en el ‘azzurri’, el estadio San Paolo pasará a llamarse Diego Armando Maradona.
Después de conocer la trágica noticia, el alcalde de la ciudad de Nápoles, Luigi de Magistris, anunció el cambio de nombre en la cancha del club que creció gracias a Maradona.
En 1984, nació un vínculo que perdurará para toda la historia. Diego desembarcó en el cuadro italiano tras un paso con pocas luces por el Barcelona. A partir de ese momento, empezó la época más gloriosa de su carrera.
El paso por Napoli
Su impacto en el Napoli llamó la atención de todos rápidamente. Se le plantó a los equipos más fuertes del norte del país, donde abundaban las riquezas que faltaban en el sur. Con su impronta, le dio forma a un equipo que cambió para siempre la historia del club. En la temporada 1986/87, se consagró campeón de la Serie A por primera vez y de la Copa Italia por tercera ocasión en su vida.
Esas conquistas llegaron luego de que Maradona llevara a la Selección Argentina a lograr su segundo Mundial en México 1986. Siguió dando toda su entrega y habilidad en el conjunto napolitano durante los años siguientes, en los que continuó brindándole alegrías a su gente. En la 1988/89, lo sacó campeón de la Copa UEFA, actual Europa League, único título internacional de la institución.
A la campaña siguiente, Diego volvió a llevar al Napoli hacia lo más alto en su país. Ganó su segundo Scudetto y levantó otra vez la Supercopa de Italia. El Mundial de 1990, en el país transalpino, decretó el final del vínculo activo de Maradona con el ‘azzurri’. Por las semis, Argentina enfrentó al combinado local y lo eliminó en los penales, con una conversión del diez en el mismísimo estadio San Paolo.