El sábado, en la victoria del Real Madrid 3-0 sobre el Espanyol, se presentó un incidente en la gramilla del Estadio Santiago Bernabéu que generó muchos comentarios.
Cuando el conjunto merengue ganaba 2-0, Gareth Bale entró al área de los "Periquitos" y prefirió un mano a mano con Kiko Casilla antes que cederle el balón a Cristiano, quien entraba con una posición muy favorable y que era un gol casi cantado para el Madrid.
Tras esta acción, el lusitano hizo evidente su molestia provocando también que un sector de aficionados en el Bernabéu abucheara a Bale.