Es el año de la pandemia en la salud por el COVID y para la selección de Costa Rica, empobrecida en producción sin ganar un partido en el 2020 y en picada desde su segunda fase de clasificación a su pobre mundial de Rusia 2018.
Con el presidente Rodolfo Villalobos a la cabeza y reelegido, el andar del equipo nacional es fatal y lo peor, es que él no da respuestas de corrección.
El crédito del soñado Mundial 2014 se ha agotado con la posición en el ranking que permitió entrar a la Octogonal de Concacaf, nunca fue más bendida esa clasificación de FIFA para darnos una mano y sacarnos del abismo en que nos metimos en los últimos tres años futbolísticos.
Hay razones de peso en todo este desastre. El primero la ausencia de liderazgo para señalarle un rumbo al fútbol nacional , que hubiese permitido más filtración y renovación de jugadores. Todos los futboleros lo clamamos, pero en la Fedefútbol y en los clubes en su mayoría , lo ignoraron.
Todo esto pasará a la historia como el mayor desperdicio de una bonanza futbolística que se ha tirado a la basura. Después del éxito había que construir y no se hizo.
Mala política y deficientes decisiones . La dirigencia que encabeza Villalobos no tiene peso en la dirección ni en la evaluación. Aún recuerdo aquella desafortunada conferencia de prensa tras el Mundial de Rusia, dónde él se autocalificó como una gestión maravillosa la ida a ese torneo y quedamos penúltimos.
Recuerden que eso se veía venir y los reclamos futboleros fueron ignorados: examinar a fondo, exigir renovación y actuar para el futuro.
No!!! Los dirigentes empezando por Villalobos actúan como fans de los jugadores de la Selección y no como los dirigentes. Estos deben apartarse de sentimentalismos, de amiguismos y deben abocarse a cumplir responsablemente su tarea.
Hoy estamos mal y caídos.La incertidumbre se apodera de todo. La gente quiere afuera a Villalobos, pero de nada valen sus voces y también arremeten contra el técnico Ronald González, el constante emergente de muchos años, que al frente del timón no ha podido con la tempestad.
En la tormenta, fiel a su estilo, Villalobos calla y el ambiente futbolístico tampoco se pone exigente . Hay mucho acomodado en el horizonte.
Nosotros los comentaristas desde afuera parecemos más que idealistas, pidiendo evaluaciones rigurosas, que no se han hecho en tres años y hoy me pellizco: se harán ahora ?
Hay una montaña de excusas: falta tiempo, más sesiones, más microciclos y más trabajo,cabe pregunatarse tenemos gente apta en la Fedefútbol. Y con estos resultados hay derecho a cuestionarse todo: se inicia con el rol de presidente Villalobos: qué hace por eso. Y siguen a quienes contrató: a Carlos Watson , director de selecciones, un conocedor que todos reconocemos, pero cómo está su visión hoy, qué fuerza tiene su evaluación . Es confiable!!!
Y con Ronald !!! Se puede creer en él o solo se encontró con el puesto, la tendrá clara ?. Los hechos no lo avalan y sus apariciones ante la prensa no dan luces tampoco. Y está rodeado de novatos en el cuerpo técnico -un mal recurrente del fútbol de selecciones-, sus ayudantes no tienen carrera y tampoco hay confianza.
Cambio climático para Costa Rica en tiempos de selección. Estamos muy mal!! Y desde hace tres años, nos hicimos débiles, no competimos, vayamos donde vayamos, sonamos desde el Mundial ruso, jugamos 23 partidos. El saldo de 13 derrotas, cinco empates y cinco victorias.
Peor no podemos estar. Que se levanten las voces, que se enciendan las redes sociales, provoquemos reacción, porque sino Qatar 2022 quedará aún más lejos y meterá a la ruina al fútbol nacional como sucedió en el 2010 en la distante Sudafrica.
Y que alguien le diga a Rodolfo que reaccione o lo hagan hacerlo, que demuestre ser un presidente de acciones buenas y no un oportunista que se sentó detrás de Eduardo Li, dilapidando la mejor actuación tica de la historia en el 2014.
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