El regreso del portugués Joao Félix y la presencia del argentino Enzo Fernández como eje del centro del campo aún no le es suficiente para remontar al Chelsea, que este sábado cedió un gris empate 1-1 a domicilio en el derbi londinense ante el West Ham, que pugna por alejarse de la zona de descenso de la Liga inglesa.
Joao reina, pero todavía no gobierna. Por delante del ucraniano Myjailo Mudryk (100 millones de euros) o incluso del propio Enzo Fernández (121 millones), el luso es el jefe de este nuevo Chelsea -el que tiene en su once cinco refuerzos de invierno que no superan los 22 años por los que ha pagado más de 250 millones de euros-, pero le falta continuidad para ser decisivo.
Con libertad para moverse por todo el campo y un intervencionismo que no tuvo en el Atlético, todo el juego del conjunto de Graham Potter se estructura a partir del portugués, que en el primer tiempo dio un recital; marcó un gol -tras un gran pase de Enzo Fernández-, le anularon otro, lanzó faltas, saques de esquina.
Joao tuvo tiempo para resarcirse de su agrio debut en la Premier -expulsado a los 58 minutos ante el Fulham-, pero el Chelsea mantiene desajustes que aún le impiden plasmar sobre el campo el enorme talento que acumula. Mudryk a menudo solo mira al frente -y lo sufre Cuccurella en defensa- y el peso de Enzo como pivote todavía es intermitente.
El West Ham, apremiado por clasificación, se vio zarandeado al comienzo por la salida en tromba de su rival y por la lesión al cuarto de hora del brasileño Lucas Paquetá, pero reaccionó antes de la media hora, logró el empate gracias al oportunismo de Emerson Palmieri -ex del Chelsea- y llegó vivo al descanso gracias a un par de buenas intervenciones de Lukas Fabianski a disparos de Noni Madueke y el propio Joao Félix.
Luego, David Moyes, que está a una victoria de unirse a Alex Ferguson y Arsene Wenger como los únicos técnicos con al menos 250 triunfos en la Premier, encontró la forma de desconectar al portugués y el Chelsea perdió el control del juego en una segunda parte en la solo el VAR, que anuló en el minuto 82 un gol de Soucek por fuera de juego de Declan Rice en el disparo previo, le evitó un revés mayor, para salvar un punto que le aboca a vagar por la zona media de la tabla.