La Juventus cayó este domingo, en casa, ante el Monza (0-2), tras una paupérrima primera parte que luego no pudo solventar, pese al buen hacer en el segundo tiempo, y no ve la luz al final del túnel tras la sanción de 15 puntos que ha condicionado toda la presente temporada y, casi seguro, la que viene.
Decimotercera marcha la 'Vecchia Signora'. Más cerca del descenso que de los puestos de Liga de Campeones. La sanción, lejos de provocar la reacción deportiva, parece haber mermado a los jugadores, que sucumbieron ante el recién ascendido Monza en un primer tiempo para el olvido en el que no pudieron frenar las buenas acometidas de los visitantes.
Y es que fue un vendaval el Monza en el Juventus Stadium. Avisó en el minuto 10 con un tanto que el VAR anuló por fuera de juego. Parecía que se salvaba la Juve de empezar ya a remolque, pero escasos siete minutos después encajó el primero de la tarde gracias a la asistencia de Machin para Ciurria a la espalda de Kostic, que perdió a su marca y no cerró bien permitiendo el primer tanto.
Continuó el monólogo de los visitantes, que sofocaron cualquier intento de los turineses, muy imprecisos en la circulación y faltos de opciones, de acercarse al área y consiguieron aumentar su rédito con un golpe justo antes del descanso.
Un gol que puso en ridículo el entramado defensivo 'bianconero' que, sin quitar mérito a la conducción de Carlos Augusto, fue incapaz de parar al carrilero zurdo desde el centro del campo hasta la frontal del área, desde la que filtró un pase preciso a Dany Mota que le dejó en un mano a mano contra Szczesny y que el italiano solventó con un regate sobre el meta polaco.
Colocó nuevas piezas en el tablero Allegri. Dio entrada a Vlahovic para cargar el área con Milik y quitó a Paredes del centro del campo para dar entrada a Locatelli. Cambió radicalmente la Juventus desde el inicio del segundo acto. Cogió las riendas del partido, sometió a su rival con posesiones inteligentes, útiles, y con ocasiones muy peligrosas que fueron mandando al limbo una tras otra.
La más clara en botas de Milik, que consiguió rematar desde el suelo sin portero y, cuando el balón iba dirección puerta, apareció Bremer para introducirlo en posición antirreglamentaria, por lo que la reacción del conjunto 'bianconero' quedó en nada.
Volvió a confiar Allegri en los más jóvenes. Soule e Iling Junior saltaron para encontrar más desborde en el último tercio. Salió bien el plan del técnico italiano en ese aspecto, que siempre que ha depositado confianza en los canteranos han respondido con creces. No fue suficiente, sin embargo, para abrir si quiera el marcador propio.
Se complica, más todavía, la remontada de una Juve que se queda décimo tercera en la tabla con 23 puntos, a 17 de los puestos Champions y que pierde la posición con el Monza, que se coloca undécimo.
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