El seleccionado argentino y jugador de la Juventus, Ángel Di María, habló por primera vez públicamente después de conquistar el Mundial en Qatar 2022.
Fue una charla amplia con Diario Olé de Argentina.
Un ida y vuelta imperdible con uno de los hombres más importantes de la Albiceleste y que con sus goles y logros se transformó en uno de los jugadores más influyentes de la historia de la Selección.
Aquí la entrevista
Y? ¿Caíste?
-Todavía no, je. Ahí estamos. La gente te lo hace recordar a cada momento y son momentos que sí, momentos que no... Cuando ves fotos, cuando ves imágenes. El penal de Montiel lo veo constantemente. Pero creo que uno va cayendo poco a poco y se va dando cuenta de lo que logró.
-Sabés que en el aeropuerto, en los aviones, en todos lados, hay gente con camisetas argentinas...
-Me lo cuentan los familiares, los veo en mis amigos, en la gente cercana. Lo veo en la Juve también, cuando jugamos siempre hay camisetas y banderas argentinas. Y eso nos hace muy felices a nosotros porque muestra lo que logramos y nos damos cuenta de lo que llegamos a lograr en la gente también.
-¿Pensás todos los días en algo del Mundial?
-Siempre, siempre los recuerdos. Era lo que más deseábamos, lo que más queríamos lograr. Es imposible de olvidarse. Van a pasar los años, lo veo en los jugadores que tienen 50 y 60 años ahora y que ganaron el Mundial, y siguen hablando de los temas, y se siguen acordando de cada momento que vivieron. Es imposible de olvidarse. Es obvio que uno ya tiene la cabeza ya puesta en el club, en los objetivos, pero el Mundial siempre va a estar presente.
-¿Hay recuerdos permanentes?
-Sí, sí. Por ejemplo anoche había hecho una entrevista hace poco acá y nos habían colgado un montón de fotos, me las regalaron y ayer mi jermu estaba haciendo los cuadros con las fotos de cada uno, del Mundial. Todos los días hay algo nuevo y siempre pasan cosas del Mundial.
-¿Era lo que soñabas o mucho más?
-Mucho más, la verdad que mucho más. Es algo único, digamos. Sinceramente todo lo que vino después de levantar la Copa, no lo imaginábamos. Imaginaba levantar la Copa, besarla, pero lo que vivimos al llegar a la Argentina, al día siguiente con la gente. El no poder llegar al Obelisco, creo que sobrepasó todo lo que pude haber soñado algún día.
-¿Recibiste algún mensaje sorpresa?
-No, no. Recibí llamados, mensajes de todo el mundo. Pero bueno, uno siempre piensa y tiene en la cabeza a la familia, los que primero mandan los mensajes y bancándote. Pero tenés miles de personas, amigos, todos que te van a mandar... Aprovecho para decir que todavía hay mensajes que no pude contestar, así que imaginate... Son cosas normales pero uno intenta disfrutar de ese momento y disfrutarlo con los más cercanos.
-Como ese abrazo con la familia al ser campeón... (mira las imágenes que le muestra Olé)
-(Suspira varios segundos) Siento todo porque son los que siempre estuvieron y me bancaron, los que no querían que afloje y era el momento más deseado. Que termine el partido y poder abrazarlos, decirles 'ya está, ya lo logramos'. Era el sueño de mi papá ganar algo con la Selección Argentina.
-Pero ya habías ganado en el Maracaná la Copa América...
-No, no, pero esto no tiene comparación sinceramente. Lo que viví después de levantarla fue algo único, soñado, creo que ni soñándolo hubiese sido de esta manera.
-Hablás de los que te bancaron siempre, ¿pero en algún momento pensaste en dar un paso al costado? ¿Cuál fue la crítica que más te dolió?
-Lo que más me dolía era esa crítica que te terminaba lastimando. El que no nos daba para estar en la Selección. Por ejemplo para mí, personalmente, que me cagaba en las finales, que nunca estaba para las finales, que siempre me pasaba algo. Al final Dios me dio esa revancha y después de tres finales en las que no pude estar al 100% (Mundial 2014 y Copa América 2015 y 2016), y en las tres siguientes (Copa América 2021, Finalissima 2022 y Mundial 2022) pude estar al 100% y demostrar que realmente no era eso lo que me pasaba. Sino que eran cosas de la vida como decís vos. Lesiones que me tenían que pasar por algo y ahora no me pasaron y terminó siendo como fue. Esas críticas son las que más dolían. No solamente a uno, porque yo sigo jugado igual, estoy en Europa, pero para los que están en Argentina escuchar siempre lo mismo, a uno lo lastima demasiado eso. Y por eso a veces uno dice ya está, dejo, pero son ellos los que me decían siempre que no.
-Antes de la Copa América dijiste: 'Prefiero que me puteen 40 millones de argentinos a tomar un café en París'. No te equivocaste...
-Se ve que tenía razón, que el de arriba me ayudó a decir eso y me ayudó a poder ganar los siguientes objetivos. Sacando eso, siempre sentí el cariño de la gente, cuando las cosas no salían siempre tuve ese reconocimiento y nunca me voy a olvidar de esos momentos, de 2014, 2016, 2017. Creo que el fútbol es así y nos dio la posibilidad de que a partir de 2019, con Scaloni, la cosa cambie. Siempre lo digo, me queda la espina y amargura por mis ex compañeros que no pudieron lograrlo y estuvimos tan cerca.
-De los goles en las finales, ¿cual elegís?
-Me quedo con el del Mundial porque es el Mundial.
-Imagino que viste la recreación de unos chicos en la playa.
-Jeje. La vi, me la mandó todo el mundo. Es buenísima, es buenísima. Lo que te digo, es imposible olvidarte de esto, la gente te lo recuerda todos los días al Mundial, constantemente. Es algo único que se pongan en una playa a hacer estas cosas, con el relator y todo completo. Increíble, les salió espectacular. Le pegó bien, nada más que que festejó para aquel lado, yo me fui p'al otro lado, le erró ahí.
-¿Cómo te salió esa definición?
-Había hablado con Martín Tocalli, el entrenador del arqueros, y me había dicho que (Lloris) salía siempre muy rápido abajo a tapar. Cuando venía la pelota, solo pensé en cruzarla levantándola y cuando vino le pegué de sobrepique. Nadie me cree, pero lo hice. Esta vez no la piqué, vi que venía la pelota y que si la picaba, llegaba el jugador francés a cortar. Ese gol no sale bien ni en una práctica, la tirás afuera... Terrible toda la jugada, lo importante fue lo anterior, si no no llega la pelota ahí.
LAS SENSACIONES DE UN MOMENTO COMPLICADO
-En la final saliste con el partido 2-0, con ovación de 'Fideo, Fideo', nos sentíamos campeones... ¿Qué sentiste con los goles de Mbappé?
-Que se me caía el mundo, que se nos iba. Por un lado sentía cuando hablábamos con los chicos que se nos iba. Pero por otro no, que yo hice un gol. Y en cada final que hice un gol, no la perdimos, entonces pensaba 'no podemos perder'. Estaba con eso en la cabeza.
-Y está el chat premonitorio con Jorgelina, que le dijiste que ibas a ser campeón del mundo, en la noche previa al partido. Y le dijiste andá y disfrutá.
-Porque lo había sentido en la Copa América anterior que ganamos, esa misma noche. Sabiendo de que no jugaba porque estaba jugando Nico (González) y de la nada a Leo (por Scaloni) se le ocurrió meterme de titular con Brasil y lo supe por la mañana. Le había mandado un mensaje parecido, con Italia hice lo mismo y ahora el de la final. Con Francia supe dos horas antes del partido que jugaba, ni tampoco imaginé que lo iba a hacer por izquierda...
-¿Con Mbappé hablaste? ¿Chat o algo post final?
-No, no no hablé ni nada. En la cancha creo que lo saludé. Si ya la ganó una vez, para qué querés dos, con una basta, je.
-¿No se llama para felicitar en estos casos?
-No, no, creo que no. A Leo lo saludó ahí y listo. Estás defendiendo a tu país. Yo no lo haría. Por dentro me está matando. Podría decirle felicitaciones, darle la mano y se terminó.
-Tengo la sensación de que Francia creía que ganaba y que en el Mundial se habló de que Argentina jugó sucio, tuvo reacciones desubicadas y no fue tan así. ¿Cómo lo tomaste?
-Yo por lo que vi en el Mundial y lo que pasó antes de la final, creo que había un mundo menos Francia atrás de la Argentina por Leo. Desde el primer día hasta el último, todos querían que Leo fuera campeón del mundo.
-Hubo polémica en el Mundial y la hay, como con Ibrahimovic, que fue peyorativo. ¿Cómo lo tomaron?
-No le dimos bola.
-Mismo Holanda, se dijo que Argentina festejó en la cara...
-Puede ser que hayamos festejado en la cara. Pero fue después del partido, no antes. Ellos hablaron antes del partido, nosotros siempre con respeto. Leo (por Scaloni) fue siempre a la conferencia con respeto al rival y ellos no lo hicieron de esa manera: hablaron de los penales, de Messi, de que con diez jugadores no podés jugar, que si no corren los 11... Después es normal que uno tenga esa calentura, va por dentro. Terminás ganando y se demuestra lo que es Argentina y el argentino, y ellos pa'casa.
-¿Cómo viviste la situación de los holandeses apurando a Lautaro en el último penal?
-Querían hacer lo del Dibu pero ellos. Cuando fue Enzo (Fernández) a patear, me metí adelante, para que lo dejen ir tranquilo. El cuarto árbitro no decía nada y era una falta de respeto. Una cosa es que lo haga el arquero, que estás mano a mano, y otra que un jugador de mitad de la cancha se meta. Nosotros somos los más grandes y bancamos a los pibes, lo hice con esa intención. Quedó ahí y todo lo que pasó, fue por la calentura de que hablaran antes.
-¿Qué te pasó en la tapada final de Dibu a Kolo Muani?
-La vi un pedazo no más, no vi cuando la tapó ni cuando pateó. Estaba rezando constantemente, siento un uhhh y cuando quiero mirar, veo que la pelota sale y rebota... se viene la contra de Lautaro. Después la vi por las redes.
-Hay videos con el qué hubiese pasado si era gol...
-Gracias a Dios que no pasó eso. Hubiese sido un golpe muy duro para todos. Creo que la Argentina nos hubiese reconocido pero era un golpe muy duro.
-Contá este momento: gol de Montiel y te caés de rodillas.
-En ese momento lo que se me cruzó fue agradecer a Dios por haberme dejado ganar la Copa del Mundo. Tengo muchísimos títulos y muchas cosas, 33, y esto era lo que más buscaba. Y más que pasó la Copa América, la Finalissima y veníamos con ese envión. La misma ilusión de lo argentinos era la nuestra; intentábamos bajar, calmar un poco, pero en la concentración teníamos la misma ilusión y ganas, estábamos peor que la gente en Qatar.
-¿Podés contar cábalas que ya no se harán más, arengas o qué se dijo antes de los penales?
-Las cábalas mías son las mismas. Siempre en los penales se dice lo mismo o del alargue, darles para adelante a los compañeros. Y nosotros veníamos de un golpe duro, de 2-0 a 2-2 y de 3-2 a 3-3. No sé si hay otra final parecida a esta en los Mundiales, con tantos goles, en el alargue un gol de cada equipo, un partido espectacular. Las cábalas no se cuentan...
-¿Leo hizo una arenga fuerte como en la final de la Copa América?
-En esta habló tranquilo y normal. Habló un poco cuando estábamos los 11, dando para adelante. Normal, no me acuerdo bien exactamente. Más tranquilo, no fue como la de la Copa América, ya sabíamos lo que nos estábamos jugando.
-Ibrahimovic dijo que lo que pasó fue por Messi y que el resto no va a repetir nunca más, pero se nota lo contrario, que se armó un equipo.
-Yo creo que la Selección tiene para muchos años, tiene una generación increíble. Estos chicos que lograron este Mundial son jóvenes, saben lo que es la camiseta argentina. Representaron a la Selección como tienen que representarla y si mirás un poquito más abajo, hay jugadores como Mati Soulé acá (en Juventus), Garnacho, tenés un montón de jugadores de Selección que en poquitos años van a estar dando pelea. Hay jugadores para muchos años de Selección, impresionantes.
-Y hay que convencer a Leo de que siga... Y a Di María...
-En mi caso, estamos para un poquito más. No sé cuánto, vamos a ver. Es lo que hablábamos antes, vamos año a año cómo va la cosa, cómo me voy sintiendo yo. Estos guachos me convencieron y me llenaron la cabeza, ja. Leandro (Paredes) se concentra conmigo, todo el tiempo je, me convencieron como para seguir y después de lo que fue el Mundial, las ganas de seguir obvio que estaban. Voy a estar hasta que me sienta que le puedo aportar a la Selección o que el técnico que esté me dice que no aporto. Ahora me siento bien, en un gran nivel. Es la ilusión que tengo y depende del técnico, que no se casa con nadie, le da igual quién es. Sacando Leo somos todos iguales y juega quien tiene que jugar. Y va a la concentración quien él decide, toma decisiones por cómo está cada uno y no en nombres.
-¿Seguís con el mismo técnico o no seguirá Scaloni?
-No, yo creo que se arregla eso. Ganó los tres títulos y creo que es muy difícil que se vaya. Creo que ese cuerpo técnico tiene para muchos años más ahí, una espalda muy importante ahora y han demostrado ser un gran cuerpo técnico. Sacando todas las críticas antes de que arranquen, con actitud demostraron, con frialdad para decidir por un jugador o por otro. E hicieron que cada jugador demuestre el 100% de cada uno cuando le tocó jugar, no se notaba la diferencia. Y es una de las cosas más difíciles que tiene un entrenador para hacer en un grupo y más en la Selección, con la cantidad que hay.
-¿Mensajitos a Tapia o Scaloni para que arreglen?
-No no, ya metimos presión en la vuelta cantando. pero creo que se va a solucionar, es joven, tiene ambición de seguir ganando cosas y está a la altura.
DI MARÍA Y SU VIDA DE PELÍCULA
-Hoy campeón del mundo, habiendo pasado cosas en tu vida como tener a tu hija casi muerta. ¿Cómo fueron esos momentos?
-Ehhh. Es eso, no hay otra cosa. Mi hija (Mía) estaba casi muerta, era un 70/30. Le metió para adelante, siguió luchando, peleó y peleó. Nada, creo que esas cosas fortalecen, hacen pensar, cómo voy a dejar la Selección o jugar porque me lesione. Mi hija me enseñó a pelearla, a nunca bajar los brazos. A mí y a mi familia, y a mi mujer que me levanta cuando estoy mal y al revés. Siempre recordamos lo mismo, cómo vamos a bajar los brazos y dejar de creer si nuestra hija luchó por su vida y gracias a Dios hoy está mejor que nunca.
-Vos ibas todas las noches al hospital, ella nació prematura.
-Ese año ganamos la Copa del Rey, con un gran año. Nace mi hija y a la semana hago un gol en la cancha del Atlético. Fueron momentos muy jodidos, estábamos casi todo el día ahí, verla dos veces por día, a las noches nos teníamos que ir; y ser papá y volverte a casa sin tu hija era durísimo. Y no saber qué va a pasar hasta el otro día, a veces llegábamos y habían nenes que no estaban y decían que se habían muerto por un virus y te ibas y no sabías lo que sería el otro día.
-Tu vida es una película...
-Si hago una película, creo que gano más de lo que hice en el fútbol, jajaja. La verdad que sí, con toda mi infancia y lo de mi hija. Y ahora ganando el Mundial, completo.
-¿Y los tatuajes?
-Copa América y Mundial, me falta el de la Finalissima. Me lo hice al día siguiente que llegué, había prometido que quedaba este espacio para la Copa del Mundial y cuando llegué a la Argentina, el tatuador me dijo que ya lo tenía listo.
-Te quiero preguntar sobre el Dibu
-Jejeje (sonrisa cómplice).
-Personaje total, arquerazo con este don que algunos lo cuestionan por provocativo.
-A mí me encanta, a mí me encanta. No sé si se pasa los límites. El es así. Hay gente que te va a criticar por una cosa o por otra. El Dibu es así, lo que hizo con el trofeo de guantes, nos reíamos con los chicos porque él es así, no cambia, hace lo que siente en el momento. En los penales, el baile, el festejo, todo.
-A veces es limítrofe...
-Sí, sí, puede ser que sí pero él es así. La gente o los europeos lo estaban criticando. Si la persona es así, es así. Todo lo que ganó lo logró de esa manera. En el 2018 estaba en la tribuna y en 2022 estuvo en el Mundial, gracias a él ganamos el Mundial. Completita, no hay nada más para decir.
Fuente: Diario Olé