El equipo de la Juventus irrumpió este domingo en el podio de la clasificación de la Serie A, subido en una racha de seis victorias consecutivas, la última este domingo contra el Lazio, al que doblegó con dos goles de Moise Kean y otro de Arkadiusz Milik (3-0).
Sin Dusan Vlahovic, lesionado, y superadas las turbulencias del principio del curso, sin remedio ya en la Liga de Campeones, de la que está eliminado y derivado a la Europa League, el Juventus reluce en la competición liguera, con una secuencia de triunfos que incluyó hace dos jornadas un 2-0 contra el Inter de Milán que repitió este domingo contra el Lazio, encaramado al segundo puesto antes de su visita a Turín, de donde salió relegado a la cuarta plaza y con su primera derrota como visitante de esta temporada.
El Juventus ha ganado en convicción. Aunque el liderato son palabras mayores, diez puntos de desventaja aún son muchos, ya se siente capaz de todo. Es el impulso que ofrecen las victorias, como la que resolvió este domingo.
Sus ocasiones y su pegada superaron al Lazio, mejor en la primera parte que en la segunda, de pronto por detrás en el marcador cuando apenas lo intuía al borde del descanso, con una pérdida de pelota de Milinkovic-Savic que Adrien Rabiot, recuperador y pasador, y Kean, definidor y goleador, transformaron en gol.
En la sucesión de hechos -recuperación, desmarque, centro en profundidad y remate- también tuvo protagonismo el portero del Lazio, porque Provedel salió demasiado precipitado a por una pelota alejada de su área, a la que se adelantó Moise Kean para lanzar al Juventus hacia la victoria, sin permitir apenas oportunidades de su contrincante, derribado definitivamente al comienzo de la segunda parte, de nuevo al contragolpe.
En el minuto 54, el tiro de Kostic, que firmó otro buen partido rumbo al Mundial 2022, si la molestia física que evidenció en su retirada no le impide disputarlo, forzó la parada y el rechace de Provedel, aprovechado de forma oportuna por Kean para zanjar el resultado, agrandado por Milik en los instantes finales, a pase de Chiesa, aumentar el pleno de 18 puntos de su equipo en las últimas seis jornadas y abrir un horizonte imperceptible no hace mucho, dentro de las plazas de Champions e invencible en su territorio.