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Inter y Milan comienzan ganando en la Serie A

Este fin de semana arrancó la Serie A de Italia. El AC Milan, campeón defensor, venció de local 4-2 al Udinese y el Inter sacó un agónico triunfo 1-2 en casa del Lecce.

La jornada se completa entre domingo y lunes.  

AC Milan 4-2 Udinese

El Udinese estuvo rematadamente mal en defensa. El Milan apenas tuvo que sudar para comenzar con buen paso su lucha por reditar el 'Scudetto' ante un equipo que le concedió demasiado atrás a un rival que no lo necesita. Ante Rebic marcó dos goles, Brahim Díaz participó en todos y la zaga visitante puso el resto para que San Siro se divirtiese en el primer día de la nueva temporada.

Curiosamente, el inicio del partido tuvo un alegrón para los de Udine cuando apenas se habían jugado 90 segundos de fútbol. Becao marcó el primer gol de la Serie A 2022-23 con un remate de cabeza tras un córner al que le pusieron pocos impedimentos Leao y Rebic en el primer palo.

Pero fue un espejismo y el guion, de hecho, fue justo el opuesto. El Milan iba a encontrar goles y posibilidades para ello en todo momento y sería el Udinese el que empezaría a hacer aguas atrás. Demasiado blanda estuvo la retaguardia para un escenario como este.

Solo tres minutos necesitaron los de Stefano Pioli para darle la vuelta. Fue tan rápido y seguido que se vieron más (y antes) los goles que la reacción local. Tras un intento de Brahim Díaz que rechazó Silvestri, Soppy se tiró con una violencia excesiva a por un balón y, de paso, cometió penalti sobre Calabria. Lo marcó Theo en el 12'. Y en el 15', ya lucía el 2-1 en San Siro.

Rebic entró cómo quiso en el área y remató sin apenas oposición un centro de Calabria. Previamente, Brahim, que estuvo presente en todo lo bueno en ataque del Milan, había iniciado la jugada. Por su parte, buscó sin descanso Leao, con buenas acciones técnicas, un gol que no llegaría. Probó suerte con un par de remates con más potencia que puntería.

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Pese al dominio, los 'rossoneri' no tuvieron toda la ambición posible. Y eso lo aprovechó el Udinese para encontrar espacios y hacer daño en alguna contra, especialmente, por la derecha. Kalulu evitó que Deulofeu se plantara solo en el área, pero no pudo impedir el 2-2 en el añadido del primer tiempo. Masina, que apenas estaba apareciendo, remató en plancha un servicio desde la derecha de Soppy y mandó la pelota al fondo de la red, muy cerca del palo de Maignan.

Lejos de afectar al Milan, el 2-2 apenas duró unos segundos en la reanudación. La defensa visitante dio unas facilidades pocas veces vistas en el primer nivel. Theo, desde la izquierda, centró al segundo palo, donde estaban Nehuén Pérez y Masina para despejar. Pero el primero falló en su cabezazo y la pelota rebotó en el segundo y se quedó muerta entre Silvestri y Brahim. El malagueño anduvo más rápido y remachó el cuero para poner el 3-2.

Volvieron los locales a medio conformarse con el resultado, pero al Udinese ya le faltaban fuerzas para sacar provecho de esa confianza excesiva. Algún susto quiso dar el equipo visitante, pero acabaría llegando el definitivo 4-2 en el 68'. Y de nuevo, por obra, arte y gracia de la zaga, de Rebic y de Brahim.

El malagueño tuvo mucha fe, robó un balón en el área a la tan generosa zaga rival y le cedió la pelota a Rebic en el área, quien se tiró para rematar con la zurda cerca de la escuadra. Ahí se acabó un partido que solo sería noticia en adelante por los debut de De Ketelaere y Origi con un cuadro 'rossonero' que ya empieza, y con éxito, su defensa del 'Scudetto'. 

Lecce 1-2 Inter

El Inter de Milán rescató este sábado, en el descuento, la victoria ante el recién ascendido Lecce (1-2) en la primera jornada de la Serie A, gracias al reestreno goleador del belga Romelu Lukaku con la camiseta 'nerazzurri' y al salvador tanto del neerlandés Denzel Dumfries.

Salió el Inter convencido de su juego, dispuesto a no arriesgar absolutamente nada ante un rival claramente inferior, recién ascendido, pero que en casa podría resistir las acometidas. Sin embargo, un centro medido de Dimarco a la cabeza de Darmian, libre de marca, sirvió para desarbolar la defensa y que 'Big Rom' rematara plácidamente en boca de gol para poner el 0-1.

90 segundos fueron suficientes para que Lukaku continuase con el idilio goleador que mantiene con la camiseta del Inter de Milán. Ese mismo idilio que se rompió durante la pasada campaña en el Chelsea y que este año el conjunto interista quiere recuperar para volver a levantar el 'Scudetto'.

El partido estuvo controlado desde el principio por los pupilos del italiano Simone Inzaghi. El croata Brozovic, el italiano Barella y el turco Calanhoglu dominaron la medular, mientras que el italiano Dimarco y el alemán Gosens campaban a sus anchas por ambos carriles, siendo profundos y sacando centros peligrosos al área para el argentino Lautaro Martínez y Lukaku.

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Pero la segunda parte comenzó con un revés para los 'nerazzurri'. El gambiano Asaan Ceesay, tras un gran desmarque en profundidad, recogió la asistencia de su compañero italiano Federico Di Francesco para batir al esloveno Samir Handanovic con un disparo cruzado y poner la igualada en el marcador.

El Inter, al igual que sus vecinos de Milan, comenzó la campaña contra las cuerdas. La diferencia es que los de Inzaghi lo hicieron lejos de casa, con un público que llevó en volandas a los suyos durante unos minutos en los que el Lecce fue muy superior, pero en los que no tuvo el acierto necesario para sacar rédito a esa superioridad. Y, como ocurre casi siempre ocurre en el fútbol, acabaron pagándolo.

Los visitantes consiguieron aguantar las embestidas de los recién ascendidos, pero poco a poco fueron llevando el partido a su terreno. Quemó las naves Inzaghi y dio entrada al bosnio Dzeko y Dumfries para cargar el ataque, pero el gol se resistía. Pasaban los minutos y el nerviosismo se apoderaba de los 'nerazzurri', que vieron como el palo repelió un testarazo del propio Dumfries.

Lautaro Martinez, Dzeko y Lukaku, acompañados en los últimos compases también por el argentino Joaquín Correa, se toparon con el meta del Lecce, el italiano Falcone, un muro en el segundo acto que desbarató cualquier acción de peligro del Inter y que desesperó a Inzaghi, que no daba crédito desde el banquillo ante las ocasiones que se iban al limbo.

La insistencia de Inter tuvo recompensa, y el buen hacer defensivo del Lecce recibió demasiado castigo. En la última jugada, cuando todo se encaminaba al empate, llegó el tanto de Dumfries, que le ganó la partida a su marca a la salida de un córner para sellar la primera victoria de la temporada.