La FIFA ha tomado medidas para proteger a los futbolistas extranjeros afectados por el conflicto en Ucrania, permitiéndoles suspender sus contratos hasta junio de 2023.
A principios de este mes, Andriy Pavelko, presidente de la federación ucraniana de fútbol, reveló los detalles de las conversaciones mantenidas con la FIFA y la UEFA sobre la reanudación de los partidos masculinos y femeninos en el país de forma segura en agosto.
Los jugadores extranjeros contratados por los clubes ucranianos han huido en su mayoría desde que Rusia invadió el país en febrero, y no se sabe si volverán, en caso de que la liga se reanude dentro de dos meses.
Por ello, la FIFA permitirá a los jugadores y entrenadores tomar la decisión de retrasar su regreso, y sus contratos seguirán en vigor. La flexibilización de las normas es también un intento de castigar aún más a Rusia.
"En caso de que los clubes afiliados a la Asociación Ucraniana de Fútbol (UAF) o a la Unión de Fútbol de Rusia (FUR) no lleguen a un acuerdo con sus jugadores y entrenadores extranjeros al 30 de junio de 2022, y a menos que se acuerde lo contrario por escrito, estos jugadores y entrenadores tendrán derecho a suspender sus contratos de trabajo con sus clubes hasta el 30 de junio de 2023", reza un comunicado de la FIFA.
"Estas disposiciones dan a los jugadores y entrenadores la oportunidad de entrenar, jugar y recibir un salario, al tiempo que protegen a los clubes ucranianos y facilitan la salida de los jugadores y entrenadores extranjeros de Rusia".
Los jugadores que no sean de nacionalidad ucraniana y que estén contratados por clubes ucranianos que suspendan su contrato para el 30 de junio de 2022 serán considerados "libres" hasta junio de 2023, por lo que podrán jugar en otro lado durante este periodo.