Neymar ha reaccionado a las múltiples informaciones que han salido a la luz y que indican que su futuro en el Paris Saint-Germain está en entredicho.
El brasileño dijo que nadie le ha comunicado nada y que él quiere quedarse. Lo afirmó en unas breves declaraciones para 'Oh My Goal' antes de un torneo amistoso que patrocinaba.
"Nadie me ha dicho nada. Yo me quiero quedar en el PSG", afirmó.
Tendrá fácil cumplir su deseo, pues su contrato se extiende hasta junio de 2025. Si los franceses presionan para verle marchar, tendrán que conseguir que algún pretendiente ponga sobre la mesa su precio, que oscila los 90 millones de euros, y abone su salario, que no es precisamente bajo.
A tenor de la prensa francesa, la situación del ex del Barcelona es de tal inestabilidad que su compañero Mbappé ve con buenos ojos que se vaya. El delantero ha firmado un nuevo contrato con el club del Parque de los Príncipes y se le ha proporcionado un estatus que podría llevarle a influir directamente en decisiones de despacho.
Una de sus recurrentes vías de escape estos años, el Barça, ya se ha pronunciado al respecto a través de su presidente, Joan Laporta. El máximo mandatario no contempla su vuelta si no es de manera gratuita. En otras palabras, no hay posibilidades, salvo sorpresa, de que los 'culés' negocien con el PSG por él.
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