Luego del reinado de Maradona y en medio de una generación de absolutas estrellas del fútbol: Zidane, Ronaldinho, Cafú, Romario, Roberto Carlos, Figo, Del Piero, Maldini, Batistuta, ¿seguimos?, estaba un futbolista que era diferente a los demás, goleador insigne, hábil, regateador, explosivo, con problemas para mantener el peso y proclive a lesiones fuertes; Ronaldo Luis Nazario de Lima.
Nacido en 1976, en Río de Janeiro y en medio de una familia que priorizó el presupuesto en los estudios de los hijos, pero cuya decisión significó privarse de comodidades básicas como un refrigerador, el menor de todos fue creciendo con pésimos resultados en la escuela pero desarrollando grandes talentos con la pelota. Su campo de juego era el patio de su casa, el cual era tan empinado que le permitió desarrollar gran potencia en sus piernas.
Tenía nueve años cuando hizo pruebas en un equipo de fútbol sala, pero lo hizo como portero dado que la lista de potenciales delanteros era interminable. Aquel pequeño arquero se sumó al ataque un día y a partir de ahí se enamoró del gol. En su siguiente prueba, el Flamengo lo aceptó, pero sin nada a cambio, lujo que no podía permitirse su familia. El São Cristovão lo quiso y le ofreció un pequeño estipendio diario, por lo cual el futuro goleador se integró a dicho equipo. Coincidió con Jairzinho, vieja gloria del fútbol brasileño, quien lo pulió en definición y empezó a hacer eco de las geniales condiciones del jovencito de catorce años.
En 1993 firmó y debutó con el Cruzeiro y en apenas dos temporadas se convirtió en uno de los jugadores más destacados de su país. Un año después, ya era campeón del mundo en Estados Unidos 1994, aunque en esa ocasión no jugó ni un minuto, pero vivió la experiencia de un torneo mundialista mayor al lado de figuras como Romario, Cafú, Rivaldo o Bebeto, quienes tendrían que entregar después la estafeta del 'Scratch du Oro' por temas de edad y rendimiento posteriores. En 2002, ganaría su segundo mundial siendo la figura de este tras una actuación antológica, con dos goles incluidos en la gran final contra Alemania.
Del Cruzeiro saldría para el PSV holandés, donde sería goleador de la Erediviese, y de ahí pasaría al FC Barcelona, donde solo estaría en la campaña 96/97 anotando 47 goles en 49 juegos saliendo furioso de ahí por aparentes incumplimientos de contrato por parte de la directiva culé. El Inter compraría su ficha y en ese mismo año ganaría su primer Balón de Oro, ahí estuvo cinco años hasta que llegó al Real Madrid, en donde formaría parte de los inolvidables "Galácticos"; sobre su llegada y paso por el equipo blanco, el mismo jugador ha dicho que "Había muchísima expectación por los galácticos y al final dimos muchísimo espectáculo, fue una generación ganadora, que ha cambiado la manera de hacer los negocios dentro del fútbol. Desde entonces todos los equipos han generado más dinero, han vendido mejor los jugadores... allí fue el gran cambio de la nueva era del fútbol".
Del Madrid salió por problemas con el entrenador de entonces, el italiano Fabio Capello, sobre el cual mencionó "En el Real Madrid, salí en contra de mi voluntad, porque empecé a tener muchos problemas con Capello. Podía estar 100 gramos por encima de mi peso y me sacaba del equipo", comentó el mítico exjugador.
Para la temporada 2007/2008 llegó al A.C. Milan pero tuvo que someterse a un tratamiento médico debido a una insuficiencia hormonal en la glándula tiroidea que suele producir un considerable aumento de peso. Con este equipo se convirtió en el primer futbolista de la historia en jugar los clásicos Real Madrid-Barcelona y Milán-Inter con las cuatro camisetas.
Jugando para el Milan, en 2008 tuvo una lesión que lo sacó de los terrenos de juego más de un año, debido a la rotura del tendón rotuliano de su rodilla izquierda. En 2011 se retiró definitivamente del fútbol siendo su último equipo el Corinthians brasileño.
Sobre sus lesiones, comentó en una ocasión que "Sufrí dos lesiones gravísimas que me quitaron tres años de carrera, que me dejaron secuelas y me hicieron anticipar el final de mi carrera".
Como parte de su legado, fue dos veces campeón del mundo jugando para la selección de su país; ganó el Balón de Oro en 1997 y 2002; además, posee tres premios FIFA al mejor jugador del mundo, logrados en 1996, 1997 y 2002 (esto antes que ambos premios se fusionaran en uno solo). Fue el máximo goleador en la historia de la Copa Mundial de Fútbol con 15 goles, hasta que llegó Miroslav Klose en el 2014 alcanzando 16 goles en competencias mundialistas; asimismo, Ronaldo es el tercer goleador histórico de la selección brasileña tras Pelé y Neymar, con 62 goles. Dentro de sus números finales destacan 524 partidos disputados y 345 goles anotados.
En la actualidad, El Fenómeno es el propietario de los equipos Valladolid en España y el Cruzeiro de Brasil. Habrá que ver si les devuelve sus luces a ambos equipos tal y como él iluminaba los campos de juego cuando tenía el marco de frente.
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