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Liverpool sella boleto a semifinales de la Champions tras intenso empate 3-3 contra el Benfica

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Este miércoles el equipo Liverpool no pasó del empate a tres tantos ante un aguerrido Benfica que se despidió con honores de la Champions League. Los 'reds' se durmieron en la recta final y casi les costó un disgusto. 

En semifinales el Liverpool enfrentará al Villarreal. 

Klopp se guardó a siete titulares pensando en las semifinales de la FA Cup ante el City. Van Dijk, Robertson, Alexander-Arnold, Fabinho, Thiago, Salah y Mané se quedaron esperando su oportunidad en el banquillo.

Había muchas caras nuevas en el once 'red', pero apenas se notó el cambio radical porque Konaté, a los 21 minutos, volvió a emerger del cielo -como en la ida- y cabeceó una pelota medida por Tsimikas desde la izquierda.

El Benfica tenía muy claro su plan, que no era otro que estar bien cerradito para intentar salir a al contra en cualquier robo. Encajó bien pronto el gol, pero en la jugada siguiente Darwin Núñez igualó las cosas con una sutil picadita. Sin embargo, el uruguayo vio cómo le invalidaron el tanto por fuera de juego.

Era el preludio de lo que iba a llegar poco después. En el 32', un despeje de Milner se convirtió en una asistencia para Gonçalo Ramos y el delantero, con la derecha, estableció el empate en el marcador.

Ese 1-1 animó a los de Nélson Veríssimo, que siguieron con su idea inicial. Su equipo fue capaz de contener a los 'reds' hasta el descanso, momento en el que Klopp le dio un toque de atención a los suyos.

Tras la reanudación, el Liverpool salió con más intensidad y la defensa visitante empezó a hacer aguas. Firmino, que estaba buscando su gol, lo encontró en una mala acción de Vlachodimos y Otamendi.

El portero no atajó un balón, el zaguero despejó mal y Jota, que estaba en la izquierda, le regaló el tanto a 'Bobby'. El brasileño, solo en el segundo palo, estableció el 2-1 y llamó a la calma en Anfield.

La cosa ya si terminó de relajarse por unos momentos, ya que el delantero firmó diez minutos después el tercero. Firmino demostró que estaba encendido y remachó a la red una falta botada por Tsimikas. La defensa del Benfica volvió a dejar mucho que desear en esa acción.

El 3-1 parecía que iba a pesar como una losa para las 'águilas', pero el Liverpool se relajó -Klopp encima tenía en el campo a sus 'jugones'- y los lusos cobraron vida al final. En el 73', Grimaldo le metió un pase al hueco a Yaremchuk y este, tras regatear a Alisson, mandó el balón al fondo de la red.

La afición del Benfica se animó y más todavía si cabe con el 3-3 en el 81' de Darwin Núñez, que vivió una pesadilla con el árbitro. Y es que vio cómo le anulaba el tanto porque había fuera de juego previo de Joao Mário. Pero esta vez sí que valió porque Konaté habilitó a su compañero. 

Eso le dio un chute de moral a las 'águilas', que un minuto después estuvieron cerca del 3-4. Otra vez Darwin Núñez con un remate seco con la derecha y Alisson, muy atento, metió una mano salvadora abajo.

El partido incrementó su intensidad todavía más y en los instantes finales se anularon dos goles: uno a Mané por un claro fuera de juego y otro del propio Darwin Núñez, el tercero de la noche.

Al final, la locura de Anfield se saldó con un 3-3 y un global de 6-4 para el Liverpool. Los 'reds' se colaron en semifinales, la tercera de Klopp, y se citaron con el Villarreal. El Benfica, por su parte, dijo adiós a la competición con honores.

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