Neymar está lejos de su mejor momento. El astro brasileño ha sido el foco de las criticas en medio de la crisis que sacude al PSG.
Lo sindican como el símbolo del fracaso del equipo de Nasser Al-Khelaifi, incluso ha sido acusado de llegar casi borracho a los entrenamientos. En medio de ese turbulento panorama, Tite, entrenador de Brasil, lucha por recuperar al crack.
"Tenemos una preocupación general, pero hay cosas que son muy íntimas, dentro del vestuario, algo particular", afirmó Tite en una rueda de prensa al ser interrogado sobre si ha tenido una conversación particular más detenida con el jugador sobre sus continuos problemas dentro y fuera de la cancha.
"Si un técnico mío cuando yo era jugador expusiese mis problemas de forma pública, yo protestaría. Hago con los jugadores lo que me gustaría que los técnicos hiciesen conmigo", agregó.
La carrera del 10 de la Canarinha está repleta de altibajos, más altos que bajos, es cierto, pero es sabido que posee un carácter complicado. En su momento se dijo que se fue de Barcelona a París porque estaba cansado de ser opacado por Messi. No obstante, en Francia jamás consiguió mostrar la misma imagen que en Cataluña.
Más allá de los tres títulos de Ligue 1 y otros ocho trofeos de la competición francesa, el gran objetivo de elenco parisino es la Champions League y año tras año las eliminaciones fueron un golpe. La última, ante el Real Madrid, parece ser el definitivo.
Las pifias, los rayados afuera del estadio y los líos internos han hecho que el formado en Santos paulatinamente se aleje de su mejor versión futbolística. Es año de Mundial y Neymar carece de la chispa que tanto lo ha caracterizado en la cancha.
Lejos de la alegría
Al delantero de 30 años se le ve ofuscado. No está disfrutando del fútbol. Atrás quedó el chico irreverente que sacaba de quicio a los rivales con la gambeta y los lujos. Ese que deslumbro en 2011. En Brasil, Tite se pregunta como recuperarlo. El talento y la técnica siguen siendo parte de su repertorio, la pelota aún la lleva atada al pie. Con eso, el estratega sabe que es cosa de trabajo poder recuperar al emblema de su seleccionado.
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