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"Simeone existe para impedir que los demás jueguen al fútbol"

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Desde Inglaterra se ha producido la critica más feroz en contra del entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, por su estilo de juego.

El encargo de la critica fue del ex futbolista inglés, Robbie Fowley, quien en una columna para el diario Mail online y que la título como, "El fútbol debería sacar una hoja del libro del rugby y para el reloj cuando el partido está en pausa para evitar trampas como el Atlético de Madrid".

Posteriormente continuó, "Los legisladores del fútbol deberían introducir un cronometrado independiente para los partidos. Con demasiada frecuencia, vemos equipos que intentan reducir el tiempo una vez que han tomado la delantera. El sistema actual del árbitro que hace un seguimiento de las detenciones no es adecuado para su propósito".

Pero no se queda ahí, ya que el martes pasado tras dejar en el camino al Manchester United, las criticas hacia Simeone por su estilo de juego se hizo eco en todos los medios de comunicación de Inglaterra. Sin embargo, también se dieron palabras como las de Gary Neville, que pedía al argentino como nuevo entrenador del United.

Ante esta idea, Fowler replicó con dureza la idea de Neville. "Me reí esta semana cuando escuché a Gary Neville gritar que su antiguo club debería nombrar a Diego Simeone como su próximo entrenador. Honestamente, vamos. No digo que esté en contra del fútbol, pero sí algunas de las payasadas que hace su equipo, algunas de las cosas horribles que hacen y las tácticas que persiguen. No es para el Manchester United. Los fanáticos lo denunciarían en cuestión de semanas, e incluso si realmente ganara cosas con eso, no lo soportarían por mucho tiempo. El United tiene una cierta expectativa sobre cómo debería jugar, que fue establecida por Sir Matt Busby y Ferguson", explica el ex jugador en su columna.

Por otra parte, está Ian Ladyman, quien también realizó un artículo en el que criticaba a los jugadores del Atlético de Madrid por sus constantes perdidas de tiempo tras anotar el 0-1 que les daba el pase a los cuartos de final. 

"Hay una razón por la que los jugador no fingen lesiones en ninguno de los códigos del rugby. Es porque es absolutamente inútil. En el rugby, el reloj se detiene cuando los jugadores reciben tratamiento por lesiones. Y tampoco es un reloj imaginario que existe dentro de la acaeza de un árbitro de partido. Es un reloj real. Uno real que todo el mundo puede ver, en el estadio y en la esquina de la pantalla del televisor en casa. Así que los jugadores podrían zambullirse y rodar y gritar y gritar tanto como quisieran, pero lo harían sabiendo que no los llevaría a ninguna parte. Tan pronto como terminaban con las tonterías, se ponían de pie para encontrar el juego no más allá de cuando comenzaron", escribió Ladyman.

"Entonces no lo hace, ¿Quién lo hubiera pensado? El Atlético es un buen equipo. Tienen suficiente jugadores de talento como para dejar a Luis Suárez en el banquillo. Están organizados y pueden jugar con un plan. Pero también juegan con el sistema y nuestro juego les permite a ellos, y a otros, salirse con la suya. En Old Trafford, el árbitro esloveno, Slavko Vincic, fue débil y crédulo y caminó en todas las trampas que le tendió el equipo español", continua en su artículo.

Para continuar, "Cada vez que un jugador del Atlético se caía al suelo, se acercaba corriendo como una tía preocupada. Como resultado, el balón estuvo en juego solo 11 minutos y 19 segundos en la última media hora del partido mientras el equipo de Diego Simeone defendía lo que resultó ser una ventaja ganadora. Esta es una estadística asombrosa, que debería abrir los ojos de todos a un problema que se ha vuelto endémico en nuestro deporte, en diversos grados, en todos los niveles. En una noche como esa, todos son engañados. Aficionados dentro del estadio, televidentes y en esta ocasión el equipo perdedor,  el United. Cuando un juego se detiene con tanta frecuencia como se detuvo, se convierte en menos en una competencia y más en un intercambio de pases o entradas ocasionales".

"El sistema que utilizamos no es adecuado para su propósito. El árbitro realiza un seguimiento de lo que cree que han sido detenciones indebidas y agrega esa cantidad de tiempo al final. Por ejemplo, tenemos 30 segundos para una de esas sustituciones completamente inútiles cuando el juego casi termina, independientemente de si un jugador ha tardado más en salir del campo. Es esencialmente un sistema abierto al abuso y, siendo el fútbol moderno lo que es, lo es rutinariamente".

"Pasados los 90 minutos la semana pasada, el cuarto árbitro indicó que quedaban cuatro más por jugar. En el segundo tiempo había habido seis tandas de sustituciones que suman tres de esos minutos. Eso significa que toda la actuación del Atlético les debía costado un minuto. Es fácil ver por qué los equipos lo hacen, ¿no? Así que resolvamos el problema. Pongo el cronometraré en manos de un cronometrado independiente. En los estadios donde se puede acomodar, vincular el reloj al marcador. Cuando el partido se detiene por lesiones, sustituciones, controles de VAR y celebraciones de gol, para el reloj. Es fácil. El rugby lo hace y funciona. Vamos fútbol, es hora de llamar la atención sobre los trucos", finalizó su artículo Ian Ladyman.

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