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Milan le gana en España al Atlético de Madrid y ambos se jugarán la clasificación en la última fecha

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Este miércoles el equipo del AC Milan sacó una valiosa victoria de visita 0-1 ante el Atlético de Madrid por la quinta fecha del grupo B en la Champions League.

La única anotación fue obra del brasileno Junior Messias al 87'.

Con este resultado ambos equipos quedaron con 4 puntos. Por gol diferencia Atlético de Madrid es último. Porto es segundo con 5. 

Las acciones

Messias, que había entrado al campo 20 minutos después del comienzo de la segunda parte, se erigió en el héroe de los suyos. Corría el 86' cuando se elevó entre los defensas 'colchoneros', inalcanzable, para rematar imponente un envío teledirigido de Kessié. Tenía una profecía que cumplir y esa era que los 'rossoneri' debían ganar el partido.

El equipo de Stefano Pioli había sido superior, no merced a una diferencia sideral, pero sí suficiente para arrojar casi siempre la sensación de que estaba sabiéndose mejor que los del Cholo Simeone. Casi, pues los rojiblancos, aunque no llevaron a cabo una buena actuación, gozaron de rachas de dominio que pudieron traducir en goles.

No hacer los deberes pasó por una propuesta ofensiva insuficiente, ya fuera por el buen trabajo del Milan a la hora de anularlo o por la incapacidad del Atlético a la hora de hacerlo valer. A Luis Suárez y a Antoine Griezmann apenas les llegaron balones, no encontraron la manera de buscárselos ellos mismos y la principal lanzadera de ataques del grupo, la banda izquierda, no dio luz a muchas internadas de peligro.

Mientras Suárez se desesperaba, Griezmann arrojó la única chispa que pudo encender en la segunda mitad, cuando se deshizo de un par de defensas para poner un balón raso que Kjaer evitó que nadie rematara bien. Ante esta ausencia de líderes ofensivos, Rodrigo de Paul, luchador, se erigió en una figura insistente e indispensable para obligar a los italianos a mantener la guardia alta, si bien el argentino tampoco tuvo suerte.

    

Alrededor de los dominios de Jan Oblak, en cambio, abundaron las ideas. Esto no quiere decir que los de Stefano Pioli asediaran a los del Cholo Simeone, pero sí que propusieron bastantes más formas de quebrar su línea defensiva, donde Giménez se elevó en el mejor guardián. Hasta salvó, utilizando la rodilla, una suerte de parada de fútbol sala, un chut raso de Bakayoko que precedió al gol que haría justicia a tanta intentona.

Brahim y Theo Hernández convirtieron el carril que compartían una autopista difícil de defender por parte del Atlético y hasta confusa para sus zagueros. El atacante iba intercambiando su posición con las de otros compañeros y el defensa, que se incorporaba arriba sin desatender sus labores defensivas, conseguía generar superioridades fundamentales para abrir vías de pase o disparar él mismo si podía.

 

Aun así, Giroud no terminaba de gozar de esa ocasión ideal que pocos delanteros desperdician y, cuando se lesionó en el segundo acto tras un 'sprint' que tenía por objeto presionar a Oblak en la salida de balón, Zlatan Ibrahimovic se quedó con las ganas de arreglar este descosido. Disfrutó de una audición a solas con Oblak que el cancerbero resolvió presto y preciso con la palma de la mano derecha.

Ni por esta ni por tantas ocasiones que quedaron en nada bajó los brazos el Milan. consciente de que, si el Atlético afrontaba una 'casi final', ellos estaban ante una 'final'. La lluvia de balones a la caja contraria arreció en las postrimerías del partido y apareció Junior Messias para hacer justicia y castigar a los 'colchoneros'. El rojiblanco se complica, pero el 'rossonero' se salva.