La Juventus derrotó este domingo a la Roma por la mínima. Un gol de Kean fue suficiente para desnivelar un partido. Veretout falló un penalti antes del descanso.
La Juventus se impuso con la famosa ley del mínimo esfuerzo. Empezó mejor que su rival, pero quiso vivir de las rentas demasiado pronto. Y aunque lo logró, su imagen dejó mucho que desear.
Parecía que ocurriría todo lo contrario cuando, a los 15 segundos, Bernadeschi ya había avisado a Rui Patricio con un zurdazo algo escorado que atrapó el portero. Si esto fue un espejismo 'bianconero', no lo fue menos la respuesta inmediata de Mourinho y sus hombres. En el 5', Szczesny tuvo que repeler un cabezazo de Mancini tras una falta botada por Pellegrini.
La falsa sensación de partido vibrante tuvo su cima en el minuto 16. Fue entonces cuando la Juventus se adelantó en el marcador gracias a un gol que originó más de un debate acerca de su autoría. De Sciglio, con la derecha y desde la izquierda, mandó un balón templado al área que acabó en el fondo de la portería. Fue Bentancur, en el segundo palo, el primero en rematar, pero el balón, que salió paralelo a la línea de gol, dio inmediatamente en la cabeza de Kean y se convirtió en el 1-0.
A partir de ahí, el clásico sello italiano reemplazó al actual. La Juve ya tenía su premio y no quería, de momento, más. Estaba llena la 'Vecchia Signora', que rechazaba más platos a la espera del postre. Y la Roma tenía hambre, pero parecía no tener el suficiente dinero para sentarse en un restaurante a saciarse.
No pasó mucho más en todo el primer tiempo hasta que llegó la jugada polémica de la noche. Los de Allegri se defendían con el balón ante un equipo romano que apenas inquietaba. Ni siquiera era capaz de hacer caso a la lógica e incordiar a un rival que le ganaba. Entró El Shaarawy, que reemplazó al lesionado Zaniolo y provocó algo de peligro. Una buena jugada suya acabó en la cabeza de Abraham, que remató a las manos del meta local.
Pero en el 41', el encuentro se puso patas arriba. Abraham había marcado en una jugada que acabó en penalti para la Roma. ¿Por qué? Porque, al parecer, Mkhitaryan, que fue derribado por Szczesny, tocó el balón con la mano antes de que el ex del Chelsea remachase en el área sin portero. El gol quedó anulado, pero la pena máxima se pitó. El meta se redimió y le paró el lanzamiento a Pellegrini como último servicio del primer tiempo.
De nuevo se repitió el guion en la segunda mitad. Salió mejor la Juve y tardó poco en recordar que prefería ver los toros desde la barrera. Kean falló una gran ocasión al mandar a las nubes un balón muerto en el área que dejó Rui Patricio tras una chilena de Bernardeschi.
Fue, sin exagerar, lo último en ataque que se pudo echar a la boca el aficionado 'bianconero'. Hasta el final, Allegri antepuso el orden al riesgo y propuso una cárcel donde Mourinho acabó pudriéndose.
La Roma, que reclamó un penalti revisado y negado por el VAR en el 50', tampoco es que dejase un recital de llegadas, pero sí se fue creciendo conforme el guion se lo ponía en bandeja. Pasaban los minutos, perdía y su rival se encerraba. A lo Italia de toda la vida. Supo vivir bien el cuadro local en esa tesitura, ya que solo sufrió en tres ocasiones contadas hasta el final.
En el 64', Veretout se sacó desde la frontal un gran disparo con efecto que se marchó muy cerca del palo. Ocho minutos más tarde, Viña se fue de dos rivales con dos regates más propios del fútbol sala y soltó un punterazo que la defensa evitó que acabase en el fondo de la red. Y ya en el 83', Cristante soltó un cañonazo desde lejos que de nuevo desvió la zaga, oportunamente colocada en sus labores de resistencia.
Al final, la Juve se aferró al mínimo, a la defensa y a la suerte para firmar su cuarto triunfo consecutivo. La 'Vecchia Signora' ya es séptima y sigue remediando un inicio nefasto. Los pupilos de Mourinho, por su parte, se quedan cuartos con 15 unidades y pierden la oportunidad de afianzarse en la 'zona Champions'.