El defensor de la selección de Inglaterra, Harry Maguire, reveló que su padre resultó con varias costillas fracturadas luego de verse afectado por la estampida humana de fanáticos sin entradas que quisieron ingresar a ver la final de la Eurocopa jugada el domingo pasado en Wembley.
Maguire, de 56 años, y el agente de su hijo Harry, Kenneth Shepherd, fueron pisoteados por esa estampida que sembró el pánico previo al juego.
"No fue una experiencia agradable, le hicieron mucho daño. Pero tuvimos suerte, ya que en todos los partidos en los que ha estado había tenido a mi sobrino o a uno de mis hijos sobre sus hombros", dijo al medio The Sun.
"Espero que la gente aprenda de esto. Mi padre no podía respirar y acabó con algunas costillas rotas, y no quiero que nadie viva este tipo de cosas cuando va a ver un partido de fútbol. Mi padre seguirá yendo a verme y a apoyarme a los partidos, pero ahora será un poco más consciente de todo", completó.
El día de la final de la Eurocopa, aficionados ingleses ebrios, congregados en los aledaños del estadio londinense desde por la mañana, lanzaron piedras y proyectiles, además de insultar a los italianos presentes.
Cientos de fanáticos sin boleto forzaron las puertas de Wembley y consiguieron penetrar en el estadio, especialmente por el acceso VIP que no estaba lo suficientemente protegido.
La UEFA abrió el martes un expediente a la Federación Inglesa de Fútbol (FA) después de los incidentes de esta final que ganó Italia a Inglaterra en la tanda de penales.
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