Buscar en Google:

Los datos estadísticos que abren el debate sobre si se debe cambiar el método para lanzar penales

Imagen

Ignacio Palacios-Huerta, un economista español, ha estudiado más de 1500 tandas para llegar a la conclusión de que el equipo que arranca pateando la serie tiene una ventaja, más allá de todo balance estadístico: el 60% de las veces quien ataja por primera vez, pierde. 

Ese dato lo tienen los capitanes de los equipos, que de manera casi invariable eligen disparar primero. Se vio, por ejemplo, en la semifinal de la Eurocopa, cuando Giorgio Chiellini le ganó el sorteo a Jordi Alba, Italia pateó primero a través de Manuel Locatelli (erró) y pasó a la final que jugará este domingo contra Inglaterra. 

Esa situación motivó la queja vía Twitter del jugador catalán Gerard Piqué, quien escribió: “No es casualidad que las cuatro tandas que ha habido tanto en la Euro como en la Copa América haya ganado el equipo que primero tira. Las estadísticas dicen que el primero tiene más opciones y en un torneo así no me parece justo que un sorteo haga que empieces con desventaja”. 

Piqué, entonces, no hacía otra cosa que citar a su compatriota Ignacio Palacios-Huerta, el citado investigador de la London School of Economics, que ha hecho de los penales una obsesión que lo llevó a la publicación de varios papers (como llaman en la jerga a los trabajos publicados en revistas especializadas y revisados por colegas). 

Lo que dice Palacios-Huerta es que la presión psicológica de tener que empatar cada vez la serie -o no perder, cuando se trata del último disparo- es suficientemente alta como para que sea un perjuicio. Que, en definitiva, se transforma una injusticia al decidirse buena parte del destino de la clasificación en la mitad de la cancha a través de una moneda.

El investigador, al igual que Piqué, tiene una contrapropuesta, que se ha incluso practicado en 36 series de torneos juveniles, con un imparcial 18-18 entre quien empieza y quien sigue. El sistema es conocido como ABBAABBAAB; es decir, el equipo visitante patearía uno, pero después el portero local intentaría atajar dos veces seguidas y luego el arquero visitante lo mismo. De modo que la presión psicológica saltaría de bando. 

El sistema es similar al utilizado en los saques del tenis durante un tie-break: un saque de uno, dos del rival y alternancia de dos hasta que se llega a siete puntos. También del tenis, pero del antiguo formato de la Copa Davis para elegir localía, es la otra opción que alguna vez se propuso: si la última vez que se definió con un rival determinado se empezó pateando, la próxima le toca al otro; y sólo se iría a sorteo si se enfrentan por primera vez (todo esto en el caso de mantener el sistema actual ABABABABAB, de uno cada uno).

Pero no es lo único que halló la ciencia estudiosa de los doce pasos. Palacios-Huerta a la hora de aplicar sus conocimientos de la economía del comportamiento, ha sacado también otras conclusiones. Como que esa ventaja inicial del pateador (el mencionado 60%-40%) se da vuelta si no se convierte esa primera ocasión (31%-69%); o que el penal con menos tasa de eficacia es el cuarto, con un 72% (en los desempates baja más: al 64%); también con qué frecuencia los jugadores patean hacia un lado y hacia otro (más de la mitad de las veces los tiros van cruzados, por ejemplo).

En mayo de este año, además, el investigador publicó otro paper (“Maradona plays minimax”) en el que desgrana los 109 penales que Diego Maradona pateó durante su carrera como futbolista profesional: entre otras conclusiones, muestra que tuvo un 82% de eficacia, con 90 conversiones de 109 disparos; solo cuatro veces pateó al medio del arco y siempre esperaba a ver la actitud del arquero. “El comportamiento de Maradona es consistente con las predicciones de (John Una mente brillante) Nash”, afirma el trabajo publicado mediante el sistema preprint en Social Science Research Network (SSRN).

Sin llegar a los extremos del básquetbol, donde todo tiene porcentaje, razón y tasa, en el fútbol cada vez más tiene incidencia el conocimiento de aspectos estadístico-científicos que no tienen mayormente que ver con cómo gambetear, cómo se domina el balón o cómo se dispara al arco. Es más, hay aplicaciones y empresas que se dedican al rubro y apoyan a los cuerpos técnicos; sobre todo los de más poderío económico (algo que también explica la creciente ventaja de Europa por sobre Sudamérica). Por eso es que Palacios-Huerta ha publicado un libro entero con estos resultados (titulado Beautiful game theory) y ha vendido sus servicios a equipos como el Chelsea o la selección de Holanda. ¿La lotería de los penales? No; más bien, la ciencia de los penales.

Datos presentados por el Diario El País de España 

1. Los penaltis se marcan el 76% de las veces, pero hay especialistas. Los tiradores habituales marcan el 77% y los novatos el 75%, según InStat. Pero me he fijado en los jugadores que más penaltis han tirado del siglo XXI para buscar a los mejores:

Messi ha marcado un 78% (130 lanzamientos)

Ibrahimovic un 84% (100)

Cristiano Ronaldo un 84% (166)

Lampard un 85% (70)

Eden Hazard un 88% (57)

2. No está claro que sea mucho mejor tirar primero. Un estudio muy citado de Ignacio Palacios-Huerta observó que en las rondas de penaltis el equipo que lanzaba primero ganaba el 60% de las veces. Eso era mucha ventaja y el resultado se menciona a menudo. Sin embargo, un trabajo posterior con el triple de datos (540 tandas) redujo el beneficio de mover primero al 53%. Es decir, que la ventaja quizás existe, pero es bastante pequeña.

3. Disparar precipitadadamente es señal de fallo. El psicólogo Geir Jordet dedicó cinco años a estudiar tandas de penaltis y hace poco resumía en Twitter su trabajo: "Es un juego psicológico”. Es una situación de presión y los nervios se pagan. Se puede observar a veces en las prisas con que el tirador coloca la pelota o si reacciona muy rápido al silbato del árbitro. Esos penaltis precipitados se marcan solo el 57% de las veces, mientras que los jugadores que esperan un segundo o más después del pitido del árbitro marcan el 81% de las veces.

4. El lanzador debe tener el control. Lo explicaba Dave Reddin, el anterior jefe de estrategia de la selección inglesa, en un artículo de The Athletic: “Lo importante era decirle a los jugadores que tenían el control. Ellos deciden cuándo hacer el lanzamiento. Depende de ellos, no del árbitro ni del portero”. En 2016, una de las misiones de Reddin era romper la maldición de Inglaterra en las tandas de penaltis (que efectivamente acabó en el Mundial de 2018). Los británicos habían sido los peores en las rondas durante años, y uno de los patrones que encontraron al analizar sus tiros fue que lanzaban muy deprisa tras el pitido del árbitro , como si fuese un pistoletazo de salida.

Son los mismo datos que daba Jordet en un trabajo de 2009: los ingleses apenas esperaban 0,3 segundos antes de disparar. Eran los más impacientes, muy cerca de los españoles. En cambio, los alemanes se tomaban el doble de tiempo y los franceses, el triple. (Este patrón también lo menciona el periodista Ben Lyttleton en su libro Twelve Yards, dedicado a los penaltis).

6. Parece que incluso ayuda la ilusión de control. Los penaltis quizá son una lotería, pero cuando Jordet entrevistó a una decena de futbolistas, encontró un patrón: los jugadores que pensaban que era todo cuestión de suerte eran más proclives a experimentar una ansiedad destructiva: “La percepción de control es clave”, explica.

7. Es más fácil tirar para ganar que para no perder. Los jugadores solo convierten en gol el 62% de los penaltis cuando necesitan marcar para no perder inmediatamente la tanda (por ejemplo, cuando vas perdiendo y eres el segundo en lanzar el quinto penalti). En esos momentos se ven más señales de nervios, como preparaciones cortas y miradas al suelo. En cambio, los penaltis decisivos para ganar se transformaron con éxito el 92% de las veces. 

8. Según avanza la tanda, aumenta la presión y el número de fallos. El primer tiro se ha convertido casi el 90% de las veces, mientras que el tercero, cuarto y quinto están por debajo del 80%. El cuarto ha sido históricamente el peor, aunque la diferencia no parece significativa. A partir del sexto lanzamiento el acierto no llega al 70%, porque sube la tensión y lanzan los peores.

9. Hay jugadores con repertorio. Como explica Reddin en The Athletic, un especialista como Harry Kane "tiene cuatro o cinco penaltis diferentes que practica regularmente". La idea es mantener un hábito, automatizar el tiro y sentirse cómodo cuando se le pide que haga lo mismo bajo una presión extrema.

Luego están los jugadores que no tiran penaltis normalmente. Para algunos, la tanda de un mundial o una Eurocopa puede ser la primera vez que lazan un penalti como profesionales. Lo que sugiere Reddin con esos jugadores es “encontrar un lanzamiento”, elegir una mecánica y practicar para ganar confianza. Lo que no quieres es que se vean en mitad de carrera pensando qué van a hacer.

10. Hay dos formas de tirar penaltis: portero-independientes o portero-dependientes. Hay especialistas como Kane, que apuntan a zonas concretas sin importar lo que haga el portero. Si son capaces de ajustar el balón a un lado, o si lo elevan, los penaltis son muy difíciles de parar. Este gráfico de Mona Chalabi con datos de Opta muestra que se paran muy pocos penaltis por alto (el riesgo es tirarlos fuera).

Gráfico de Mona Chalabi con los tiros en tandas de penaltis en Copas del Mundo y Eurocopas desde 1976 a 2016

Gráfico con los tiros en tandas de penaltis en Copas del Mundo y Eurocopas desde 1976 a 2016

La alternativa es decidir el tiro mirando al portero.

El lanzador hace una carrera lenta, mantiene la sangre fría y solo decanta el tiro cuando intuye a dónde va a moverse el guardameta. Es una técnica estupenda, pero difícil de perfeccionar. Según The Athletic, así se lanzaron 4 de los 6 penaltis fallados durante la fase de grupos de la Eurocopa, incluido el que erró Gerard Moreno contra Polonia.

Eden Hazard es uno de los fútbolistas que tira así los penaltis, y tiene como vimos antes el mejor porcentaje de acierto en la élite (apenas falla uno de cada diez). En este vídeo se le ve tirar 15 penaltis, siempre mirando el movimiento del portero, y en todos menos uno lanza al lado contrario. Si pausáis la imagen antes de que Hazard toque el balón, veréis que los pies del portero casi siempre le delatan. Si se mueve muy pronto, el delantero empuja el balón por el medio para asegurar el gol. Los problemas solo vienen si el portero aguanta quieto, pero los lanzadores que usan esta técnica suelen tener un disparo de último recurso, que ejecutan cuando pasa eso.

¿Sabéis qué otro jugador lanza igual los penaltis? El italiano Jorginho (88% acertados, tras 33 penaltis), que marcó el último contra España para poner a su selección en la final de la Eurocopa. Si lo veis repetido, se le ve dar un saltito, que es algo que hace a veces, como para empujar al portero a moverse, y luego espera a Unai Simón, que aguanta pero acaba yendo hacia su derecha, para ver cómo Jorginho la mete por la izquierda casi con suavidad.

11. Quizá lo importante es elegir quién empieza. Si tirar segundo en la tanda no es malo, como vimos antes, ¿significa eso que Italia no empezó con ventaja la tanda de penaltis contra España? No tan deprisa. Resulta que un estudio reciente se ha fijado en otro detalle: la ventaja de decidir quién empieza.

El lunes hubo una escena curiosa antes de los lanzamientos del Italia-España. El árbitro lanzó una moneda dos veces, siguiendo la normativa actual, primero para decidir la portería y después para decidir qué capitán elegía el orden de lanzamiento. Al principio hubo una confusión y el italiano Chiellini se puso a bromear con Jordi Alba, que ponía cara de “ninguna gracia me está haciendo”. El caso es que ganó Chiellini y decidió que Italia lanzaría primero.

Pues bien, según el estudio, ese simple hecho de decidir el orden —y con independencia de que decidas tirar primero o segundo— sí se asocia con una mayor probabilidad de ganar la tanda de penaltis. En las 207 rondas desde 2003 (sumando Mundial, Eurocopa, Champions y Europa League), el equipo que decidió el orden ha ganado el 60% de las tandas. Quizás es casualidad, pero también puede ser algo mental o una ventaja estratégica.

12. Las superestrellas pueden ser un punto débil. El resultado más llamativo de los trabajos de Jordet es lo que pasa con los jugadores mediáticos: después de recibir un premio individual —como el que entrega la FIFA—, los jugadores marcan el 65% de sus penaltis, en lugar del 89% que marcaban antes del premio. Una parte se puede deber a la regresión a la media, pero también que "su estatus añada presión a un evento que ya era de alta presión".

13. Los fantasmas te persiguen. Otro trabajo de Jordet: si tu equipo ha perdido las últimas tandas de penaltis, es más probable que falles tu penalti. El resultado es válido aunque tú no participases en aquellas rondas, lo que sugiere que puede ser un efecto de presión psicológica.

14. ¿Alternativas a los penales? Me preguntaba si tendría sentido dar la victoria a los puntos, usando los goles esperados (xG). Lo haría en la prórroga. Si el partido acaba con empate, se juegan 30 minutos extra, pero en ese tiempo los equipos tienen un doble objetivo: marcar y tener ocasiones. Si hay goles, ganará el que marque más, pero si hay empate, en lugar de tirar penaltis, se lleva el partido el equipo que haga disparos más peligrosos en la prórroga. Para eso habría un minimarcador con la suma de goles esperados, que, recordad, son una métrica de la probabilidad de acabar en gol de cada remate realizado.

Fuente: Diario La Nación Argentina - Diario El País de España