Los jugadores del Schalke 04 fueron recibidos con lanzamientos de huevos y ataques de aficionados al regresar a Gelsenkrichen tras haber caído por 1-0 ante el Arminia Bielefeld y firmar el descenso.
Así lo informó la policía después de que el Schalke se limitase a decir que algunas personas habían "sobrepasado los límites" en sus actos de protesta.
Algunos aficionados esperaron el autobús del equipo, que regresaba de la ciudad vecina de Bielefeld, cerca del estadio.
El Schalke dijo que no aceptará nunca que se amenace la integridad física de los jugadores y que eso era justamente lo que había ocurrido la noche anterior.