Hasta los presidentes Emmanuel Macron (Francia) y Boris Johnson (Reino Unido) han mostrado este domingo su oposición al proyecto de Superliga Europea.
En un comunicado, la presidencia francesa señaló que el Estado actuará para proteger la integridad de las competiciones federales, a nivel nacional y europeo. "El presidente de la República saluda la postura de los clubes franceses que han rechazado participar en un proyecto que amenaza el principio de solidaridad y méritos deportivos", apunta el Elíseo.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, se sumó a la postura gala: "Los planes para una Superliga europea serían muy perjudiciales para el fútbol", escribió en su cuenta de Twitter. "Apoyamos a las autoridades del fútbol a tomar medidas", apuntó.
"La Superliga golpearía en el corazón del juego doméstico y preocuparán a los fanáticos de todo el país. Los clubes involucrados deben responder a sus hinchas y a la comunidad futbolística en general antes de tomar medidas adicionales", ha dicho el británico.
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