Este sábado el Manchester United supo aprovechar sus momentos para imponerse de visita 1-3 al Everton por la octava jornada de la Premier League.
Everton se fue adelante con el gol de Bernard en el minuto 19, un remate rastrero que se metió por el palo de David De Gea. Sin embargo, la alegría de Carlo Ancelotti duró poco, pues Bruno Fernandes, luego de 20 toques, igualó todo de cabeza. Golazo del United, que estuvo abajo en el marcador apenas seis minutos.
Pero todo no paró ahí. También en el primer tiempo, en otra acción rápida, Fernándes mandó un centro al área en busca de la cabeza de Marcus Rashford, la pelota no la tocó nadie y se metió en el arco de Jordan Pickford no sin antes tocar el palo. Una asistencia-gol, si se quiere.
Manchester remontó con orden, sin necesidad de tener tanto la pelota y explotó los espacios que dejó atrás un rival que se notó lento cuando tuvo que defender.
De hecho, en la segunda parte, Pickford tuvo dos buenas atajadas para evitar que la ventaja fuera más amplia. James Rodríguez, muy desconectado, sin ser letal en el último cuarto, dejó la cancha en el 80’ sin poder hacer mucho.
Al final, Ole Solskjaer mandó a la cancha a Paul Pogba y a Edinson Cavani para cerrar todo, quizá para tener la pelota un poco más y para apostarle al contragolpe. El United ganó el duelo del mediocampo y se recuperó de la derrota con Arsenal en la fecha pasada.
El uruguayo, con apenas unos minutos, se reportó en el marcador antes de que terminara todo y facturó su primer tanto con los Diablos Rojos y en Inglaterra.
En cuanto a Everton sumó su tercera derrota en línea y su cuarto partido sin conocer la victoria. De hecho, no lo hace desde el 3 de octubre cuando superó 4-2 a Brighton. De a poco se cae lo que fue un comienzo vertiginoso y perfecto de Ancelotti y compañía.