Isco Alarcón no ha caído de pie en la confección del actual Real Madrid. Más allá de los problemas de forma del futbolista malagueño, Zinedine Zidane ha apartado su confianza en un jugador al que ya le pesó su tipología futbolística en su convivencia en el terreno de juego con el mejor activo que ha pasado por el Madrid en lo que va de siglo, Cristiano Ronaldo.
Las cualidades futbolísticas de Isco le llevaron a gozar de un papel de peso en el Real Madrid de las cuatro Champions en cinco años. El malagueño participó en todas las finales de este camino triunfal del equipo blanco pero ahora, con 28 años y con problemas para encontrar un estado óptimo de forma, parece haber perdido la confianza que Zidane tenía en él.
Cristiano Ronaldo, adalid del juego vertical y uno de los mejores rematadores de la historia, nunca estuvo convencido de jugar al lado de Isco. El problema no era reconocer el altísimo nivel del futbolista español, sino la compatibilidad de sus perfiles dentro del terreno de juego. CR era, indiscutiblemente, mejor jugador y más productivo que Isco, y su juego se veía beneficiado alrededor de futbolistas como Benzema, James o Modric, quienes combinaban y recorrían más metros que Alarcón.
El director de OKDIARIO, Eduardo Inda, ya desveló en 2017, con Ronaldo aún en el Real Madrid, que el astro portugués no se veía con Isco en el terreno de juego. «Cristiano se ha expresado dentro del vestuario y a su entorno más cercano que Isco le quita recorrido. Dice que se siente más cómodo sin Isco», afirmó, en exclusiva en El Chiringuito de Jugones, con unas palabras que ahora toman mucho sentido en plena cuesta abajo del ’22’.
La cuesta abajo de Isco
Isco es un virtuoso del balón y en plena forma, su capacidad para atraer rivales resulta beneficiosa para sus compañeros, como se demostró en la temporada 2017-18, donde el malagueño provocó el cambio de sistema al 4-4-2 en rombo gracias a su descomunal nivel. Sin embargo, su bajón físico y futbolístico parece una realidad, y ello ha afectado a su rápida caída en la rotación del Real Madrid. Mientras otros, con un juego más adaptado a la actualidad, pueden mantenerse en un rol secundario, él ha pasado de titular a pasar en blanco varios partidos seguidos, algo sumamente extraño en un equipo dirigido por Zidane.
La solución para Isco no pasa por adaptarse al modelo de juego actual del Real Madrid, similar al que solicitaba Cristiano en su etapa como futbolista merengue, sino regresar al 100% físicamente y, probablemente, abandonar la entidad madridista. La competitividad es absoluta y perfiles como Valverde y Odegaard, más jóvenes y verticales, parecen cerrarle la puerta del regreso a la titularidad en el Madrid, aunque no en otros equipos de absoluta élite con otro perfil y a los que Isco podría aportar su magia y desequilibrio.