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¿Se acerca el final de la impunidad sexual en el deporte?

Cristiano Ronaldo, Robinho, Kobe Bryant o Mike Tyson se han visto salpicados por acusaciones de abusos sexuales que concluyeron con juicios, sentencias condenatorias o acuerdos económicos que silenciaron los escándalos. La lista de futbolistas es extensa con nombres como los de los brasileños Mancini y Brandao, el mexicano Jesús Arellano, el francés Loic Remy, el galés Ched Evans, los holandeses Robin van Persie... Pero también hay casos como los de Neymar, Patrick Kluivert o Theo Hernández en los que se desestimaron las denuncias por falta de pruebas.

 

La multiplicación de denuncias en los últimos tiempos ha desprotegido a los deportistas del halo de impunidad que siempre les ha rodeado. Los jugadores de la Arandina, Carlos Cuadrado, Víctor Rodríguez y Raúl Calvo, los celtiñas Santi Mina y David Goldar, y los 'armeros' Sergi Enrich y Antonio Luna son los últimos nombres de una lista en la que no cesa el goteo. En el caso de los dos últimos se ha producido un llamativo cambio de actitud de los futbolistas, que negaron en un primer momento la grabación en vídeo de una relación con una chica en la que ella pide que no graben y ellos desoyen su petición. Días después se filtraba el vídeo a las redes.

 

Esta semana, con una actitud diametralmente opuesta y entre lágrimas, los dos lamentaban haber grabado la relación. "No valoramos que todo pudiera acabar como acabó. Nunca valoramos la posibilidad de que pudiera acabar así y nunca lo hicimos para hacerle daño, ni mucho menos", ha confesado Luna sollozando. Pero grabaron el vídeo y luego se lo pasaron a un compañero, Erik Silvestre, al que señalan como culpable de filtrarlo. Silvestre ha negado tajantemente que hubiese filtrado el vídeo y ha señalado a Enrich: "Él solía enviar esos videos, era normal. Si conocía una chica o ligaba, lo mostraba sin problemas. Entiendo a la víctima, pero no tendrá nada que ver. He sufrido mucho durante todo este tiempo".

El cambio de postura de Luna y Enrich ha provocado que la Fiscalía y la acusación particular hayan rebajado de cinco a dos años la petición de prisión para ambos. Además, los dos acusados "previamente al juicio habían consignado para que se hiciera entrega a la víctima una cantidad superior a la que solicitábamos el Ministerio Fiscal y la acusación particular", desveló el abogado de la denunciante. Hay que recordar que la chica renunció en su día a un acuerdo económico para llevar adelante la denuncia por la difusión del vídeo de contenido sexual en octubre del 2016.

Pese a que Enrich y Luna han admitido que grabaron sin consentimiento de la víctima el vídeo, admitiendo con ello su culpa, sus clubes (Éibar y Girona) han dado la callada por respuesta y no se han distanciado de los jugadores. Ni siquiera después de que hayan pedido públicamente disculpas, admitiendo con ello su culpabilidad. Un silencio poco elegante que es denominador común en un fútbol acostumbrado a ponerse de perfil.

 

Hay un caso, sin embargo, en el que el club lejos de apoyar a los futbolistas les señaló y les despidió. Es el caso de la Arandina. Carlos Cuadrado Santos, de 24 años; Raúl Calvo, 19; y Víctor Rodríguez, 22, fueron encarcelados tras prestar declaración ante la juez. La Audiencia Provincial de Burgos terminó fijando una condena de 38 años a los tres exjugadores "por agresión sexual a una menor de 15 años el 24 de noviembre de 2017 en su piso de Aranda de Duero, como cooperadores de agresión sexual en los delitos de cada uno de ellos". Para entonces ya no eran jugadores de la Arandina, al ser despedidos por el club tras estallar el escándalo y conocerse que había indicios de culpabilidad. El despido fue declarado improcedente y la Arandina pagó la multa correspondiente, pero se negó a readmitirlos para distanciarse de ellos. Meses después eran declarados culpables.

 

Quizás por eso sorprendan reacciones como la que ha tenido la empresa A Orthopride, que ha rescindido el contrato de patrocinio con el Santos tras cerrarse el fichaje de Robinho, quien fue condenado por una violación en grupo a una joven en 2013. A Orthopride, empresa dedicada a la ortodoncia estética, ha explicado los motivos de su decisión: "Tenemos un gran respeto por la historia del Santos. Pero en este momento decidimos romper el contrato de patrocinio. Nuestro público es mayoritariamente femenino y, en respeto a las mujeres que consumen nuestros productos, tenemos que tomar esta decisión. Queremos dejar claro que no fuimos informados previamente de la contratación de Robinho, la noticia nos pilló por sorpresa el fin de semana", ha declarado Richard Adam, director de operaciones de A Orthopride.

En 2017, Robinho fue condenado por un Tribunal de Milán a nueve años de cárcel por abusar sexualmente en 2013 de una chica albanesa de 22 años en una violación en la que participaron Robinho y cuatro personas más. El brasileño salió de Italia y no ha vuelto a poner un pie en el país transalpino por miedo a ser detenido. Otros patrocinadores del Santos como Umbro Brasil o Tekbond han mostrado su preocupación y su posicionamiento en contra de cualquier tipo de violencia. Entre ellas, la violencia sexual.

Hace unos días un tribunal de Las Vegas ha fallado a favor de Kathryn Mayorga en el caso de una supuesta violación por parte de Cristiano Ronaldo. Habrá juicio. El 27 de septiembre de 2018, Mayorga había demandado al futbolista por un supuesto abuso sexual, ocurrido casi una década antes. Pero en mayo de 2019 ella misma retiró la denuncia tras firmar un acuerdo de confidencialidad a cambio de 375.000 dólares. Sin embargo, ante la inexistencia de un caso penal por falta de pruebas, Mayorga ha puesto una demanda civil contra el futbolista y la jueza ha ordenado que se celebre juicio en diciembre. Un acuerdo económico parecía enterrar el asunto, pero la insistencia de Mayorga, que afirma que aceptó el dinero por temor a una represalia hacia ella y su familia, sentarán al portugués en el banquillo de los acusados.

Quizás para entonces ya se hayan sentado en el banquillo también Santi Mina y David Godar. En diciembre de 2019 la jueza responsable del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Vera, en Almería, advirtió indicios suficientes para que Mina y Goldar sean acusados de una presunta agresión sexual. Santi Mina fue arrestado por agentes de la Guardia Civil a las 4 de la madrugada del 16 de junio de 2017 en la localidad costera almeriense de Mojácar, tras lo que el jugador quedó en libertad sin fianza y sin que se adoptase sobre él ninguna medida cautelar. Como Goldar. Cuando se conoció la detención de Mina, el Valencia, club en el que militaba, quiso desmarcarse advirtiendo que "fue un hecho sucedido en el ámbito privado del jugador, que estaba de vacaciones".

 

Quien sí puedo sortear el escándalo fue Kobe Bryant, acusado de violación en 2003 por una camarera de 19 años que trabajaba en el spa de un hotel en Colorado. Él negó la violación, aunque luego admitió haber tenido relaciones con la joven. El caso finalmente quedó aparcado tras una disculpa pública de la estrella de los Lakers y un acuerdo económico con la joven. No corrió la misma suerte Mike Tyson, que el 19 de julio de 1991 entró en la suite 606 del hotel Canterbury de Indianápolis acompañado de una joven estudiante de 18 años que participaba en un concurso de Miss América Negra. Tyson la violó y fue condenado a seis años de prisión y 30.000 dólares de indemnización a la víctima. A los 3 años y 8 meses recuperó la libertad por buen comportamiento.

El de Tyson fue un caso aislado en aquellos tiempos, un episodio puntual en el mundo del deporte de los 90 donde las estrellas no se sentaban nunca ante jueces y jurados. Hoy parece haberse acabado la impunidad de los deportistas y son decenas los que cada año comparecen como acusados por denuncias de escándalos sexuales, por cometer suculentos fraudes financieros, o por cometer sonadas irregularidades al volante... Las víctimas han dado visibilidad a estos episodios, ahora toca que clubes, patrocinadores y aficionados no miren a otro lado o se pongan de perfil y repudien a los condenados.

Fuente: El Confidencial