Francia había apostado en las últimas semanas por una capacidad máxima de 5.000 espectadores en los eventos pero hubo cambios ante el aumento de casos de Covid-19.
Mientras las discusiones parecían encaminadas para permitir que aumentara la posibilidad de permitir el ingreso d más personas, con un sistema proporcional a la capacidad general de los escenarios, los recientes anuncios del gobierno cambiaron todo el miércoles por la noche.
Ante el deterioro de la situación sanitaria en el país, Olivier Véran, el ministro de Salud, anunció que los eventos se limitarían a partir de ahora a 1.000 personas. Una dificultad adicional a superar para el fútbol francés.
El consejo científico ya apeló a tomar restricciones en los 20 núcleos urbanos más grandes de Francia vista la evidencia que es allí por su densidad donde más circula el virus.