Eden Hazard no está para permitirse privilegios como el de irse con su Selección y no jugar ni un solo minuto en los dos partidos de la Liga de Naciones.
Con el historial que tiene de lesiones y recaídas de la temporada pasada y su bajo estado de forma debería poner más de su parte para recuperar la versión que deslumbraba, la que le hizo ser el mejor jugador del Chelsea y de la Premier League y por la que el club de la Castellana se gastó 100 millones de euros. 160 millones es la cantidad total, según publicaron medios belgas después de que se destapara un intento de fraude de una empresa coreana para intentar cobrar los derechos de formación de su primer equipo. Pero esto es otra historia.
El Real Madrid lleva once días de pretemporada sin parar con palizas físicas, gimnasios y partidos en campos reducidos. Este miércoles tuvo que suspender un amistoso contra el Rayo Vallecano por un positivo por coronavirus en el equipo rival. Zidane no ha dado un descanso a sus jugadores desde que regresaron de las vacaciones de verano. Unos se fueron con sus Selecciones y otros renunciaron a estos partidos de la Liga de Naciones para sumarse a una pretemporada atípica. Luka Modric eligió estar en Madrid antes que ir con la Selección de Croacia. El noruego Martin Odegaard también se quedó bajo la supervisión de Zidane, Gregory Dupont (jefe de la parcela física) y los médicos. Incluso Thibaut Courtois regresó antes de tiempo a Madrid y abandonó la concentración belga. Encontró el equilibro entre la Selección y su club. Hazard se saltó el primer tramo de la pretemporada de Zidane.
No ha sido el caso de Eden Hazard, que se agarró a su papel de capitán en Bélgica para permanecer toda la concentración sin jugar ni un solo partido. En el Madrid, ni en ningún club, pueden impedir que un internacional acuda con su Selección. Pero en el caso de Hazard hay un lógico interés por llevar de cerca un seguimiento de la evolución de la lesión que tanta lata le dio en su primera temporada. No ha sido posible en estos primeros diez días de pretemporada por su ausencia y, aunque pudiera estar controlado por los médicos belgas e intercambien información con los del Madrid, no es lo más conveniente que esté fuera del control del equipo de trabajo del Real Madrid cuando no va a jugar ni un solo minuto.
Los problemas de peso
Puede que al Madrid le haya faltado más autoridad con su estrella para decirle que permaneciera en la Ciudad Deportiva de Valdebebas y entendiera que lo mejor era arrancar la pretemporada, desde el primer día, con Zidane. El gesto de Eden Hazard no es el más inteligente y lo que provoca es que en el club empiecen a impacientarse por cómo será el regreso del belga. La preocupación está ahí. Hay inquietud con este asunto. Hazard sigue con problemas para estar al cien por cien de la lesión que le provocó su compatriota Meunier en el partido entre el Real Madrid y el Paris Saint Germain.
Tardó más de 80 días en regresar a la competición. Lo hizo con un tratamiento conservador. Duró poco y, con la recaída en el partido contra el Levante, decidió que lo mejor era pasar por el quirófano. Se operó en una clínica de Dallas, le benefició el parón por el coronavirus y regresó para el final de la Liga. Se volvió a demostrar que ese tobillo no estaba perfectamente recuperado cuando abandonaba el campo cojeando.
Con el final de la temporada y las vacaciones, lo normal era imaginar a un Hazard dedicado en cuerpo y alma al descanso y la recuperación. Pero no le benefició que saliera por las redes sociales una fotografía en la que se le veía con la tripa hinchada. No se marcaban los abdominales. El año pasado se incorporó a la pretemporada del Real Madrid, la primera de su etapa, con sobrepeso. Tuvo una lesión muscular antes del inicio de la Liga contra el Celta. Frenazo en seco y volver a empezar para un jugador que tarda tiempo en coger el ritmo de competición. Cuando lo alcanzó (hizo partidos brillantes como el de Eibar) tuvo la mala suerte de la lesión.
No se puede explicar cómo no ha aprendido esta lección y no escogió lo mejor para él y su club: estar desde el primer día en la pretemporada de Madrid. El seleccionador belga, Roberto Martínez, ha reconocido después de los dos partidos en los que no ha jugado ningún minuto que hay que tener paciencia con Eden Hazard, que no está en buena forma y necesita trabajo individualizado. En el Madrid es complicado pedir paciencia cuando la exigencia está en llegar y tener prácticamente un rendimiento inmediato. Se puede tener un mínimo de paciencia en el primer año. Hay que pasar por un periodo de adaptación y suerte. Al belga le perjudicaron las lesiones. Pero solo hizo un gol y estamos hablando del fichaje más caro de la historia del Real Madrid.
Fuente: Diario El Confidencial