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UEFA Champions League 2020: ¿Revolución francesa en Lisboa?

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Han quedado definidas las instancias semifinales en la Champions League, con sede en Lisboa, Portugal y bajo un formato especial, debido a la pandemia del Covid-19.  El martes próximo, 18 de agosto, se enfrentará el Paris Saint Germain (PSG) contra el Rasen Ballsport Leipzig y, al día siguiente, lo harán el Bayern de Múnich versus el Olympique de Lyon.  

De 64 ediciones de esta competición Europea (desde 1956), solo en dos ocasiones en la historia, las semifinales adolecen de equipos españoles, ingleses o italianos; y es,  la primera vez, que habrá dos equipos franceses. Esto último generó una reacción común de sorpresa, ante la percepción precaria que posee la liga francesa, si se compara con los torneos de Inglaterra, España, Italia y, la misma, Alemania.  

Favoritismo germano

Entre los 4 semifinalistas, se le otorga, a la oncena de Munich, la mayoría de posibilidades de ganar el torneo.  Los dirigidos por Hans-Dieter Flick, después de la “grosera” victoria ante el Barcelona FC, se colocan, como un equipo que será realmente difícil de vencer. Como dato curioso, en las filas de la plantilla alemana, aparecen 7 jugadores franceses, denotando la confianza que tienen en las características futbolísticas de los galos. 

En la “lógica” del futbol, los únicos riesgos que podrían doblegar al favorito, estarían asentados  en un eventual “exceso de confianza” o, en imponderables propios  de este deporte, como lo podrían ser un penal en contra, una expulsión, un autogol, o, en su defecto, en un partido “milagrosamente perfecto” por parte del “Lyonnais” francés.

Por otro lado, pero bajo la misma nacionalidad, la llegada de los “toros rojos” del Leipzig, refleja un equipo en plena escalada, ya que, en su joven vida desde su fundación en el año 2009, ha logrado 4 ascensos de categoría en 7 temporadas. Lo anterior, aunado al repudio de varias aficiones rivales por la incorporación del patrocinio del consorcio internacional Red Bull, le impregna al equipo, el valor de luchar y obtener éxito, en contra la adversidad. Cuenta con 5 franceses en su plantel. 

A lo anterior, debe agregarse el orden táctico mostrado en los últimos minutos jugados así como la característica de basar su juego en lo “colectivo”. Con ello, se visualiza un enfrentamiento semifinal que no sería para nada sencillo para el rimbombante club parisino, alimentando la confianza de los “toros”.  

El paradigma del “colectivo francés” 

Después de las citas mundialistas de los años 1982 y 1986, una “sombra” abrazó a los galos, sustentada en la  incapacidad de sus equipos, tanto nacionales como locales, de alcanzar laureles internacionales. Incluso, para el mundial de 1998 se adujo que la localía resultó ser el elemento que los favoreció excepcionalmente. Sin embargo, este “fenómeno” podría estar llegando a su fin con la obtención el campeonato mundial de fútbol, “Rusia 2018”. Dos años después, dos de sus equipos alcanzan lugares de privilegio en otra competición importante. 

En efecto, el “Olympique Lyonnais”, catalogado como el “benjamín” de los 4 finalistas, con muy pocas posibilidades según las mesas de apuesta, teniendo por delante el “muro germano”. Deberá demostrar, por tanto,  que las victorias ante la Juventus y ante el Manchester City no fueron producto de la casualidad. 

Este club, uno de los tres más laureados de la Ligue 1,  demostró ser el “matagigantes” de las instancias finales del actual torneo europeo, ofreciendo un juego ordenado, aguerrido y solidario en todas sus líneas.  Es liderado por su capitán, el holandés Depay. Además, su manejador Rudi García,  cuenta con una banca que ha respondido, según las exigencias lo han demandado, particularmente en el último encuentro versus el City, en el que el ariete Dembélé fue clave en la victoria obtenida. 

El Lyon no tiene en su plantilla algún jugador teutón y su mayor baluarte es “no tener absolutamente nada que perder”, por el contrario, soñar con vencer al Bayern, es oro. Su mayor reto será la cohesión colectiva y evitar que el juego germano evolucione y alcance efectividad. 

Sus coterráneos del Paris, después de mucho esfuerzo, basado en grandes sumas invertidas y diversos intentos de conformar equipos competitivos, puede ser un mayor ejemplo del “paradigma francés” ya que sus triunfos se estructuran más en lo que hacen sus figuras individualmente, y no tanto, como engranaje colectivo. Lo anterior, produce severas críticas, por un desarrollo de juego poco vistoso en lo grupal, y que dependen en demasía de Neymar, Mbappé, Di María y Navas. 

Su tensa clasificación en cuartos de final, en el epílogo del partido, los coloca de frente al reto de demostrar que esa circunstancia no fue obra de la “suerte”, y tendrá que, no solo ganar ante el Leipzig alemán, sino que hacerlo convenciendo en lo grupal. 

El plantel parisino, sufre las ausencias de jugadores clave, la más reciente la de su arquero titular, Keylor Navas, baja sensible, dada su experiencia en este tipo de instancias. Además, cuenta con un entrenador alemán, Thomas Tuchel, con varios años de bagaje por la Bundesliga y un conocimiento pleno de los otros 3 coprotagonistas,  aún sobrevivientes a la competición. Tres germanos más, en su plantilla de jugadores, completa la representación teutona dentro la escuadra.  

Conclusión  

Dado lo comentado, les corresponde a los equipos germanos materializar el favoritismo del Bayern y la confianza del Leipzig, para retomar la supremacía “bávara”, heredada de las finales de este mismo torneo de los años 2012 y 2013, así como en la máxima cita mundialista acaecida en el 2014.  En la otra trinchera, se les asigna, a los representantes franceses, ratificar que el paradigma del “colectivo francés” fue anulado con la gesta de los pupilos de Didier Deschamps en el 2018 y que están dispuestos a “una revolución francesa en Lisboa”.

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