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¿Qué fue de los mundialistas argentinos de Italia 90?

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Italia '90 está grabado a fuego en la memoria del deporte argentino. Una canción emblemática, las lágrimas de Diego Armando Maradona, los penales de Sergio Goycochea, las corridas de Claudio Caniggia, las cábalas, los insultos a los italianos durante el himno nacional y un arbitraje polémico en la final contra Alemania le dan vida a un combo que se retroalimenta con un sinfín de historias que crecen año tras año. Italia '90 es cultural.

Es sinónimo de sonrisas, llantos, y muchísima nostalgia. Es el camino que 23 jugadores iniciaron en Trigoria (empezaron 22 y después se sumó Ángel Comizzo por la lesión de Nery Pumpido), en las afueras de Roma, y lo culminaron en los balcones de la Casa Rosada. Un premio y un reconocimiento que, en definitiva, llegó a pesar de la derrota. Ahora, a 30 años de aquellos momentos imborrables, vale la pena preguntarse: ¿Qué es de la vida de cada uno de esos ex futbolistas que conformaron un grupo inquebrantable liderado por Carlos Bilardo?

 

En el comienzo, surge una aclaración: la idea a lo largo de este recorrido es escapar de lo conocido. En líneas generales, se asume que Maradona (59 años) es el entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata, que Oscar Ruggeri (58) es panelista en Fox Sports, que Jorge Burruchaga (57) es el manager de Independiente, que Goycochea (56) lleva un extenso recorrido en la televisión argentina y que Caniggia (53) luce en la actualidad tan jovial como en aquellas jornadas en las que volaba tan rápido como el viento por las canchas italianas. Suelen estar a la vista de todos y son protagonistas asiduos en los medios de comunicación. Ahora bien: ¿qué es de la vida de José Tiburcio Serrizuela? ¿Pedro Monzón? ¿Fabián Cancelarich? ¿Ricardo Giusti? ¿Gustavo Dezotti? ¿Gabriel Calderón? ¿Néstor Lorenzo? ¿Néstor Fabbri? ¿Comizzo?

La caída 1-0 ante Camerún el viernes 8 de junio de 1990 quedó marcada como uno de los grandes batacazos en la historia de los mundiales. Lorenzo (54 años) y Fabbri (52) fueron dos de los defensores albicelestes aquel día. El primero dio sus últimos pasos como jugador en el Boca de Bilardo (1996) y Quilmes (1998), donde se retiró. Después fue panelista en ESPN y trabajó como asistente y mano derecha de José Pekerman en la Argentina y Colombia (seleccionados) y México (Toluca y Tigres). Mundialista dentro y fuera de la cancha. "Sí, fue un largo recorrido con José que incluyó los torneos de Alemania 2006, Brasil 2014 y Rusia 2018", explica Lorenzo a LA NACION. Fabbri, en tanto, se asentó como un emblema de Nantes, donde ganó cinco títulos. Se retiró en 2004 en All Boys. Y continúa ligado al fútbol. "Me dediqué a ser representante de jugadores y llevé a muchos a Francia. Hoy estoy en Futbolistas Argentinos Agremiados como coordinador del fútbol femenino. Desde el año pasado, con la incursión del profesionalismo entre las chicas, tomé ese cargo", detalla.

 

En la misma línea de los ex defensores surge Serrizuela (58 años). Referente en River, al tiempo salió tres veces campeón con Independiente. Jugó y dirigió en México, y asistió a su hermano Juan José cuando fue el DT de Nueva Chicago en 2015. Al cabo, eso resultó lo último que hizo relacionado con el fútbol. "Hasta el 2009 tuve un restaurante en México, y más acá en el tiempo también me dediqué a la gastronomía en Chascomús, donde viví muchos años. Y recientemente tuve un grabado de autopartes en Luján, pero lo tuve que cerrar debido a la pandemia. Y no volveré a abrirlo, porque este año será muy complejo en el rubro de los automóviles. Veremos qué depara el futuro", indica.

Hace 30 años, Pedro Monzón (58) entró a los libros del fútbol por haber sido el primer futbolista expulsado en una final de la Copa del Mundo. En la actualidad, el autor del gol contra Rumania (1-1) es el entrenador de Argentino de Quilmes. En mayo de 2019, Moncho logró devolver al Mate a la Primera B Metropolitana tras 15 años. Llevaba dos años al mando del primer equipo. Tiene un largo recorrido en el ascenso y sueña con dirigir a Independiente.

 

Las fracturas de tibia y peroné de Pumpido en el partido ante la ex Unión Soviética llevó a la Argentina a vivir una situación particular: el plantel tuvo la autorización para sumar un nuevo arquero y Comizzo debió viajar a último momento . A lo largo de sus tres etapas en River el Flaco (58) ganó varios torneos locales. Dejó de jugar en 2004 en Atlético Rafaela. En su carrera como técnico transitó por varios clubes de la Argentina, México y Perú. Hasta el final de 2019 trabajó en Universitario de Deportes. Allí fue campeón en 2013 y elegido como el mejor DT del año. Cancelarich (54) , por su lado, celebró con el seleccionado la Copa América 1991 y la Copa Rey Fahd 1992. Hoy es el entrenador de arqueros de Ferro, el club donde se inició y exhibió su mejor versión. "Cuando dejé de jugar trabajé en varios cuerpos técnicos. Este es el séptimo año en Caballito, donde arranqué entrenando en las categorías inferiores. Y desde el 2015 subimos a la primera con Marcelo Broggi", relata. En su currículum aparece una curiosidad: suma más de 30 convocatorias con la camiseta albiceleste, pero nunca atajó.

Pumpido (62), en plena pandemia, se resguarda en su casa de Santa Fe. En su extenso recorrido como entrenador alcanzó la gloria con Olimpia, de Paraguay, al consagrarse en la Libertadores 2002. "Ahora estoy como embajador de la Conmebol. Me pone contento, nos tratan 10 puntos, le prestan mucha atención a los ex jugadores. Además colaboro en un programa de Radio Sol 91.5 Santa Fe y en TV en 'Después de la cancha', los martes a las 21 en Cable&Diario. Quiero volver a dirigir, pero yo no soy de andar golpeando puertas. A todo lo tomo como una inversión de tiempo, porque a futuro me gustaría ser manager", cuenta.

Horas antes del partido final, los jugadores atienden a la prensa; la atención del mundo del fútbol estaba centrada en ellosHoras antes del partido final, los jugadores atienden a la prensa; la atención del mundo del fútbol estaba centrada en ellos

Newell's y Rosario Central, cunas legendarias del fútbol, formaron a diversos protagonistas del Mundial de 1990. De esa tierra que exportó (y exporta) decenas de futbolistas surgieron Abel Balbo, Roberto Sensini, Juan Simón, Giusti y Dezotti (nacidos en el Parque Independencia) y Edgardo Bauza (en el Gigante de Arroyito).

Después de la cita mundialista, Balbo (54) consolidó su carrera en Italia: Udinese, Parma, Fiorentina y Roma. En el club de la capital se convirtió en uno de los máximos goleadores extranjeros. Jugó los Mundiales en 1994 y 1998 y en el cierre de su carrera tuvo un paso fugaz por Boca (2002). Hoy reside en la Ciudad Eterna.

Sensini (53) se destacó en Udinese, Parma y Lazio, de Italia, y en todos se consolidó como un referente. En Italia celebró varios títulos. Fue DT del propio Udinese, Estudiantes, Newell's, Colón y Rafaela. Actualmente se encuentra en Rosario y en abril reveló que tuvo charlas para asumir en Unión. Su deseo es volver a dirigir.

A su vez, Simón (60), tras Italia 1990, vivió su mejor momento en Boca, club en el que conquistó cinco trofeos. Se destaca el Apertura 1992, después de 11 años de sequías en torneos locales para los xeneizes. Tras el retiro representó a futbolistas y en la Ribera también tuvo un paso como manager entre 2014 y 2016. Hoy es panelista de ESPN.

 

Giusti (63) continúa ligado al fútbol como representante de jugadores y está a cargo de la agencia Visión Sport. Vive en Rosario, donde disfruta el tiempo con su entorno familiar y sus amigos. Va con frecuencia a ver a Newell's (donde debutó) desde las inferiores hasta la primera. También al Gigante de Arroyito.

Cumpliendo las medidas de la cuarentena en Rosario, hace algunas semanas los campeones de Newell's en la temporada 1987/88 revivieron el título en una charla online vía Facebook. Allí estaba Dezotti (56), otra de las glorias de la Lepra. El Galgo jugó varios años en Italia (Lazio y Cremonese) y México (León y Atlas) y volvió a la Argentina para desempeñarse en Quilmes en 1997. Su último club fue Defensor Sporting, de Uruguay, en 1998. El ex delantero también fue manager del club rojinegro entre 2008 y 2011. Hoy, en su ciudad, es el dueño de un garaje.

En tanto que Bauza (62) , ídolo de Central, ganó dos copas Libertadores como entrenador: la primera con la Liga de Quito (2008) y la segunda al mando de San Lorenzo (2014). Después dirigió a las selecciones argentina, Emiratos Arabes y Arabia Saudita. Su último paso por nuestro fútbol fue exitoso: campeón de la Copa Argentina 2018 con el club canalla.

 

Desde Saladillo llega por teléfono la voz inconfundible de Julio Olarticoechea (61). El Vasco , hoy, reside con su esposa y una de sus hijas en el lugar que lo vio nacer. Después de haber entrenado al Sub 23 en Río 2016, se dedica a realizar clínicas de fútbol alrededor del país. "Lo hacemos con Pablo Calderón, que me acompañó en los Juegos Olímpicos. Recorremos pueblos chicos, ciudades, brindamos charlas y hacemos trabajos de campo. Es interactivo y llevadero porque participan los técnicos y los profesores que se acercan. Hace muy poco tiempo nos habían llamado de Uruguay, Paraguay, Bolivia y Estados Unidos, para que viajemos, pero lo frenó el coronavirus", explica. "Me gusta lo simple: ahora no podemos, pero en general acá me junto con amigos a tomar un café, a hacer una picada o a comernos un asado", agrega.

Entretanto, Pepe Basualdo (57) fue campeón de América y el mundo con Vélez y Boca, y se retiró en 2003. Desde ahí dirigió en diferentes equipos sudamericanos. "Quiero seguir en este rubro. Hasta el año pasado lo hice en Deportivo Capiatá, de Paraguay, y me gustaría tener una chance en mi país. También hago eventos y clínicas de fútbol porque es algo que me entretiene", asegura.

 

Pedro Troglio (54), por su lado, es uno de los integrantes del plantel que vive en el exterior. Afincado en Honduras, como DT salió campeón del torneo Apertura con Olimpia de ese país, en diciembre pasado. Ídolo y emblema de Gimnasia y Esgrima La Plata, lleva trabajando como técnico de manera ininterrumpida desde el 2004. Además, en Paraguay celebró el Apertura 2009 al mando de Cerro Porteño. "Estoy contento y tranquilo. Salimos campeones con Olimpia y además estamos con un pie en la semifinal de la Liga de Campeones de la CONCACAF después de haberle ganado en la ida de los cuartos de final a Montreal Impact", indica.

Sergio Batista (57) es una de las grandes glorias de Argentinos, otro semillero por excelencia. Sus últimos clubes como jugador fueron Nueva Chicago, Tosu Futures de Japón y All Boys. En las últimas dos entidades dio sus primeros pasos como DT. Con la Sub 23 argentina ganó la medalla dorada en Beijing 2008 y dirigió al seleccionado mayor en la Copa América 2011. En 2019 entrenó al Qatar SC.

Finalmente, surge Calderón (60). El chubutense desarrolló una extensa carrera como entrenador en el fútbol de Medio Oriente: Arabia Saudita, Omán, Emiratos Árabes y Baréin. En 2014 pasó por el Betis, de España, donde es ídolo. Además, fue miembro del Grupo de Estudio Técnico de la FIFA en varios torneos durante la presidencia de Joseph Blatter. Hasta finales de 2019 estuvo a cargo de la conducción de Persepolis, de Irán, uno de los clubes más populares de Asia.

 

Hace algunos días, el ex delantero fue noticia en las redes sociales. Allí publicó un video en el que muestra una clara infracción que le hizo Lothar Matthäus en la final contra Alemania. Debía ser sancionada con penal. Calderón acompañó las imágenes con un mensaje al árbitro de aquel partido: "Codesal, sé honesto por favor". Iban 78 minutos de juego cuando se produjo la falta que, de haberse sancionado, hubiera dejado al equipo de Bilardo a las puertas de una nueva coronación. El resto de la historia es conocido. Y a pesar de la caída, los 23 protagonistas de un Mundial de culto permanecen inalterables en la memoria futbolera de los argentinos.

Fuente: La Nación / Argentina