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Ex futbolista Flavio Donizete: "Vendí la medalla de campeón del mundo y me lo gasté en cocaína"

El exfutbolista Flavio Donizete, retirado en 2019, se atrevió a contar su historia de adicción a la cocaína, que le llevó a gastarse gran parte de la fortuna que ganó en el fútbol.

"Cuanto más dinero tenía, más drogas quería", reveló a Globoesporte. Donizete apenas disfrutó de la gloria un par de temporadas en San Pablo, sin ser titular. Ascendió al primer equipo en 2004, la temporada en la que el club ganó el campeonato Paulista y la Copa Libertadores.

 

Su papel no fue ni siquiera secundario en el Mundial de Clubes de 2005, competición a la que, en un principio no iba a acudir. "No estaba convocado, me iban a ceder, pero en el último entrenamiento se lesionó un compañero y me inscribieron a última hora", relata. Ese golpe de fortuna lo proclamó ser campeón tras ganar su equipo al Liverpool por 1-0, a pesar de no jugar ningún minuto.

 

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Sus problemas con las drogas, según relata él mismo, comenzaron cinco años después de esa fecha, el mayor lorgro de su carrera, en el que no participó. El defensor fue cedido a diferentes clubes brasileños posteriormente, perdiendo categoría progresivamente (Portuguesa, América de Río Preto, Alagoinhas).

Tras concluir su contrato con Sao Pablo, en 2009, empezaron los problemas. "Tenía dinero, un auto, le había arreglado la casa a mi madre y en 2010, por primera vez, probé la coca", dijo Flavio, ahora jardinero."La consumía al principio con moderación, pero poco a poco... se hizo fuerte en mi vida y empecé a perder todo. Perdí todo, todo, todo. El dinero ahorrado lo gastaba en drogas. Mañana, tarde y noche consumía cocaína. No estaba sin drogas por nada del mundo", confiesa.

No se sabe en que manos terminó esa medalla que conquistó en Yokohama el 18 de diciembre de 2005. "Después de haber conocido la cocaína vendí la medalla. Lo hice por 7000 reales. Cuando recibí el dinero, lo usé casi todo en cocaína. El primer gasto fueron 1000 reales y me lo terminé en dos días", relata."Estuve 13 años enganchado a la cocaína, es una enfermedad lenta, progresiva, incurable y fatal. Casi me mata", relata ahora mirando hacia atrás, ya con 36 años, y asegurando que hace un año que no consume.

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